Una de las dos principales empresas contratistas de la
promoción de Huerta Téllez, Syscon, se ve abocada a comenzar
un proceso de embargo contra Dolmen. Ayer era el último día
para cobrar el primero de los pagarés que vencía y se
encontraron con que no había liquidez. 211 familias han
invertido aquí sus ahorros.
Dolmen es la empresa sevillana constructora que ganó en
subasta unos terrenos sacados por Emvicesa para levantar una
promoción de 211 viviendas en Huerta Téllez. Las obras
comenzaron el año pasado, pero tuvieron que ser paradas en
febrero del presente curso, debido a que una de las dos
principales empresas contratistas, la ceutí Syscon, evdenció
dificultades para cobrar el primero de los pagarés. Aquello
sucedió en febrero. “Nosotros fuimos a negociar el pagaré
con el banco y vimos que se echaron para atrás,
asegurándonos que había rumores de que Dolmen había entrado
en una coyuntura financiera desfovorable y que iba a ser muy
difícil que ingresaran dinero”, relatan fuentes de la
empresa ceutí.
Cinco meses después el rumor se ha hecho verdad y Syscon no
ha podido cobrar el primer pagaré de los que vencía, a fecha
de 5 de julio. “Ayer, el banco nos comunicó que no había
dinero y que nos devolvía el pagaré”, con una cantidad de
15.000 euros, a los que hay que sumar los intereses que
debería haber pagado Dolmen pero que ha acabado pagando
Syscon.
De este modo, la entidad ceutí entiende que debe tomar ya el
camino judicial contra Dolmen para proceder al embargo,
después de cinco meses esperando a cobrar. Según la empresa,
“nosotros somos una entidad local modesta, que no puede
seguir poniendo más dinero en unas viviendas para las que no
sabemos si habrá dinero. Este primer pagaré corresponde a
seis días de trabajo, pero detrás vienen otros, de
cantidades mayores, que van venciendo los días 5 de cada
mes. No podemos seguir jugándonos más dinero y menos cuando
los bancos nos están cobrando unos intereses altísimos por
los préstamos que nos han hecho”, relataron.
Al principio, las entidades bancarias se peleaban por
atraerse a Syscon hacía sí con el fin de hacerle el
préstamo, pero a partir de febrero, cuando fueron a cobrar
el primer pagaré, Syscon se dio cuenta de que nadie quería
invertir en esta obra, debido a los problemas de Dolmen, que
ha tenido paradas otras viviendas en España.
Además de los intereses que les han cobrado a Syscon, ésta
también se vio obligada a despedir a 60 trabajadores, según
cuentan, y que tuvieron que hacerlo mediante la vía del
despido improcedende, con sus correspondientes liquidaciones
individuales.
Por su parte, Dolmen comentó a este periódico que el acuerdo
con Caja Madrid estaba “muy cerca” de producirse con el
objetivo de adquirir solvencia financiera y reanudar las
obras que tenían paralizadas. Y lo ha conseguido, pero no en
Ceuta. Sí en Sevilla, donde se han puesto en marcha
nuevamente para una promoción de más envergadura incluso que
la ceutí.
Sin embargo, la promesa de que cerrarían el acuerdo con Caja
Madrid se remonta a febrero del pasado año. En junio
indicaron a este medio que se cerraría a final de mes y,
ahora, en julio, vuelven a decir lo mismo, si bien el
panorama es ligeramente distinto, al comprobarse que han
inyectado dinero en Sevilla.
Es más, Dolmen se puso en contacto en el día de ayer con
Syscon, para disuadirlo de que emprendiera acciones
judiciales y esperanzado con que confiaran en el acuerdo con
Caja Madrid. Desde Syscon dijeron a este medio que ya no
pueden confiar más y que desean tanto como Dolmen cumplir
con su trabajo y continuar con la promoción, pero que
acudirían a los tribunales para embargar a Dolmen y que si,
ésta tuviera dinero otra vez, pararían ese embargo.
“Nosotros podríamos haber embargado a los tres meses de
parar la obra, porque en el contrato reza que si uno de los
dos incumple lo pactado durante tres meses podría demandar
al otro”, revelaron desde Syscon.
En cuanto a Dosevy, la otra contratista de relevancia de la
promoción y filial de Dolmen, se vio obligada a parar
también la construcción, al no contar con dinero para pagar
a sus trabajadores.
Son 211 las familias que esperan a que se alcance una
solución, porque comenzaron a pagar por estas viviendas hace
ya casi un año y siguen abonando la hipoteca mensualmente.
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