El magistrado del Juzgado número 3 tomará declaración el 9
de septiembre a los dos matrones que intervinieron en el
caso ‘Rosello’ en el que se produjo la defunción de una
ceutí en el INGESA. Los especialistas, imputados por un
presunto delito de homicidio imprudente, deberán explicar
las deficiencias cardiológicas que presentaba la paciente.
Tendrán que explicar la cardiología que presentaba la ceutí
antes de su fallecimiento y por qué no fue corregida
previamente. Estas y otras cuestiones tendrán que
esclarecer, el próximo nueve de septiembre, los dos matrones
que intervinieron en el caso ‘Rosello’, en el que se produjo
la defunción de una mujer en el hospital del INGES y
posteriormente, la de su bebé trasladado a Cádiz.
La declaración ante el magistrado del Juzgado de Primera
Instancia e Instrucción número tres la harán en calidad de
imputados por un presunto delito de homicidio imprudente,
recogido en el artículo 142 del Código Pernal y por el que
los especialistas se podrían enfrentar a la pena de prisión
de uno a cuatro años e incluso la pena de inhabilitación
especial para el ejercicio de la profesión, oficio o cargo
por un período de tres a seis años, tal y como dicta dicho
artículo.
Junto a estos dos imputados, ya han pasado por el juzgado el
internista, el médico de cabecera, el de urgencias y los
cuatro ginecólogos que atendieron a la ceutí el 13 de
noviembre del pasado, cuando Rosello acudía por cuarto día
consecutivo al hospital civil, fatigada y con taquicardia,
en su octavo mes de gestación. Cabe recordar que el caso
llegó a manos de la justicia ya que el marido y padre de las
fallecidas mantuvo la lucidez al comprobar que en el parte
de defunción relatado por el hospital del INGESA se
acreditaba muerte natural.
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