Me refiero a la del 15 de julio,
para aquellos que han comenzado en estas fechas las
vacaciones.
Y, en realidad, si nos atenemos a los vehículos que se han
desplazado en el fin de semana, es que estamos en uno de los
bloques fuertes de salida, para pasar unos días en un lugar
distinto al de su residencia habitual.
Sin embargo, la crisis parece que no decae, los problemas
económicos siguen ahí, en unos casos porque no hay dinero de
verdad y en otros, porque el miedo a lo que pueda venir,
hace que ese dinero no se gaste.
Esto, pues, parece no cuadrar con esos atascos,
especialmente en el fin de semana, a la salida de las
grandes ciudades, pero mirándolo fríamente y viendo las
cosas en los lugares a donde van llegando esos
“veraneantes”, cuadra perfectamente, porque las terrazas de
los bares y cafeterías siguen con muchas sillas y muchas
mesas que no se ocupan, porque los establecimientos, donde
antaño se vendía casi todo en grandes cantidades, ahora
venden, pero menos, y porque en sitios en los que las plazas
hoteleras, por estas fechas, estaban con el cartel de
completo, ahora mismo no pasan, en muchos de ellos, del 70%
de ocupación. Es lo que hay.
Y hay más, no recuerdo en los últimos veinte años ver tanta
publicidad, y además publicidad a la baja, como se ve este
año y con unas “aparentes facilidades” que, por estas
fechas, parecerían ser de “los santos inocentes”.
Desplazamientos muchos, pero un gran porcentaje son
desplazamientos del fin de semana, en busca de la casa de
los familiares del pueblo, para salir de la rutina, y los
domingos, después del mediodía, otra vez el regreso a la
gran ciudad, con lo que esas “mini vacaciones” de viernes –
sábado- domingo, se reducen en gran manera por las horas en
el atasco, el viernes, para salir y las que vuelven a tener
que soportar el domingo para regresar a casa.
Es cierto que aún queda mucho verano y que todo puede irse
arreglando, pero “mala pinta” tiene la situación, cuando ya
en estas fechas la playa está llena, ciertos días, pero los
hoteles de los alrededores siguen con muchas habitaciones
libres.
Posiblemente esta situación es la que nos ha vuelto a
nuestra auténtica realidad, de que se hace insoportable, con
un sueldo, y no alto, comprar el piso de..., cuantos más
millones mejor, añadir a esto el coche, pero de marca,
seguir con vacaciones, pagadas también a plazos, cuanto más
lejos mejor y ..., todo lo que hemos vivido, durante los
últimos diez o doce años.
Ahora, pues, se está volviendo a lo que, de verdad, hay,
pero con el agravante de que ese piso, que costaba caro y no
se puede pagar, está a punto de pasar a su verdadero dueño:
el banco. Nos encontramos, también, con más coches que nunca
con el cartelito de SE VENDE y nos encontramos con que
jóvenes y menos jóvenes tienen que hacerse unos nuevos
planteamientos, para pasar de la época, aparentemente,
dorada a la de las nuevas penurias. ¡¡ Y que mal se lleva
eso!!.
Es la situación en la que nos encontramos, con más coches
que nunca en las carreteras, con altas y bajas en el precio
del carburante, con más compras que nunca en los mercadillos
y con unas rebajas escandalosas, para poder pagar lo que
habían desembolsado antes. ¿Cómo saldremos de esto?.
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