Estos días de vacaciones hace uno
de todo, hasta ver, queriendo o sin querer, la “telebasura”
que nos ofrece la pequeña pantalla de TV y así, aprovechando
el día de descanso del “Tour de France” me meto de lleno en
el programa “Sálvame” de la tarde y pude apreciar todas las
“bondades y enseñanzas morales, cívicas, principios de
conocimientos o ideas que se imparten por los miembros de la
misma” (dicho con la ironía o figura retórica con que
queremos dar a entender lo contrario de lo que se expresa).
Y así tenemos, como actor principal, al polifacético (según
el diccionario de la lengua española de variada condición o
de múltiples aptitudes) Jorge Javier Vázquez cuya única
misión es la de indisponer a sus contertulios, consiguiendo
enfrentarlos encarnizadamente, sin respeto alguno a si son
amigos, colegas, compañeros, conocidos o, inclusive,
familiares, La cuestión es “calentar” el ambiente y
“horterar” (de hortera, palabra que nos pone a tono con las
circunstancias). Le sigue, a muy poca distancia el tal Kiko
Hernández, otro que baila al son del “Sálvame” (en unión del
afamado Pipi Estrada nos brindaron el acompañamiento mas
burdo y ordinario como palmeros de la ínclita Belén
Esteban), salido de la más pura esencia de los conocimientos
mundanos y personales ya sea de Yola Berrocal, Rosa Benito y
su “contencioso” con Antonio Tejado, novio o pareja que fue
de su hija Chayo Mohedano; de Pipi Estrada y su
controvertido “affaire” con Mirian Sánchez (la ex actriz
porno anteriormente llamada Mirian Lapiedra); Kiko Rivera o
Paquirrín con su acompañada Marcia (modelo brasileña); la
inenarrable Carmela Marchante, ahora defensora a ultranza de
la independencia de Cataluña, pero vividora de los programas
nacionales de la televisión española chismosa; Kiko
Matamoros, el suicida impenitente, conocedor de mas un amor
clandestino; Sonia Monroy, “acribillada” por el “posado” con
su novio cirujano, que no pasa de estudiante de medicina;
Nuria Ber (antes Bermúdez) y Dani Güiza, el futbolista
jerezano que se las tiene tiesas con tres mujeres a la vez
(este es mas que Antonio Machín que se las tenia con dos);
Lyda Bochs, su hija y su ex-marido que tienen entablado
juicio de separación y a la vez por abusos deshonestos a la
hija de Lydia, lo que es motivo de comentarios de todas
clases por los “contertulios”; la reaparecida Tamara (sin su
madre) que sirve de escarnio de Jorge Javier y Kiko
Hernández cada vez que interviene en el programa…
Y lo que faltaba, el viernes por la noche un extraordinario
(según informan el sábado siguiente antes del telediario del
mediodía) “Sálvame Salvaje” (por si no se tiene bastante con
el programa vespertino) en el que Belén Esteban, la Reina
del espacio televisivo, es enfrentada a la “bruja” Aramis
Fuster, que reaparecía por estos lares con inusitada fuerza,
arremetiendo contra ella con lindezas como “que tiene ojos
de sapo, que es una cutre y hortera, que es mujer
insoportable por lo que Jesulín no podría vivir con ella,
etc. aunque la otra se despacha con decir que todo lo que le
diga una “arrastrada” se lo pasa por …. (Por cierto, que
siempre es bueno aprender aunque sea de la Esteban, y según
nuestro diccionario, al que de nuevo he acudido para conocer
el significado de arrastrada, me percato de que se trata de
decir a alguien pobre, desastrado, pícaro, tunante, bribón,
humillante o degradante).
Bueno, y después de todo esto me dirán Vds., ¿cómo es que
conoces tantas interioridades de “Salvame”, cuando por lo
que das a entender lo consideras un “peligro para
navegantes, que corrompe, que produce quiebra de los
derechos a la intimidad, al honor o a la propia imagen así
como menosprecios profesionales y morales”? . Pues si señor,
nada mas empezar el programa entendí que tenia materia para
mi artículo de hoy y, ni corto ni perezoso, comencé a tomar
notas de los diversos “pasajes” de todo el embrollo
presenciado. Pero, si en otra ocasión me veo ante tal
tesitura, tengo dicho a mi santa: por favor, “Sálvame, soy
un náufrago…”
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