Es el tema que más veces he oído y
que sale a relucir cada vez que un político tiene que hablar
sobre alguna dificultad de la Ciudad, o sobre la falta de
visitantes a Ceuta.
De esto he oído hablar desde el día siguiente a mi llegada a
Ceuta, hace ya más de treinta años, pero la realidad ha sido
que tras las palabras esas de descontento, las principales
autoridades, cuando el máximo representante para lo civil y
lo militar era un militar, como cuando llegó un delegado del
Gobierno que nada tenía que ver ya con lo militar, o más
tarde cuando la autoridad local está en la Plaza de África y
la representación del Gobierno de la Nación está en la Plaza
de los Reyes, no se han dado resultados definitivos para que
los ceutíes salieran ganando en algo, y para que ese tema ya
se olvidara de por vida, porque se hubiera dejado ya
totalmente solucionado.
Antes de mi llegada a Ceuta no sé lo que había, pero en
estos, ya más de treinta años, hemos visto que una empresa
se ha mantenido permanentemente y casi siempre con el mismo
nombre, me refiero a Acciona, antes Trasmediterránea. Junto
a ella han navegado Isnasa, Buque Bus, Euroferrys, Balearia,
FRS, cada una a lo suyo, algunas agrupándose, según sus
conveniencias, pero los precios:”¡Ni tocarlos”!.
Está claro, han mandado y mandan las navieras, y no hubo
quien las haya frenado, en cuestión de precios.
Todo esto y que nadie nos quiera contar milongas, mientras
ha habido una autoridad local de un partido y una
representación del Gobierno de otro, como ocurre ahora, pero
que no es diferente a cuando en la Plaza de los Reyes y en
la Plaza de África ostentaban el poder representantes del
mismo partido.
La queja, como reclamo lectoral, y eso que ahora no hay
elecciones, me parece “bonita”, pero sólo eso, y cuando veo
que la Ciudad insiste en que los precios de las navieras son
inaceptables, no sé si estoy en 2009 o en 1982, por ejemplo,
porque la canción es la misma y los paganos los de siempre,
en tanto que las navieras, unas son nuevas y otra la misma
que había hace ya muchos años.
Ahora, con la visita del ministro de Fomento, la Ciudad le
va a trasladar la necesidad de “una respuesta coordinada de
las dos Administraciones a la inaceptable y abusiva
situación que viven los ceutíes y los visitantes con los
precios de la travesía”.
Todo ello está bien si no se queda en las palabras de “esto
hay que solucionarlo”, sin más. Y no creo que a esa
propuesta de la Ciudad el ministro se oponga, pero mi
pregunta es si hace ocho años, cuando la Ciudad y el
Gobierno de la Nación eran del mismo color, se hizo esa
petición, porque si no se hizo, mal, y si se hizo y se ha
seguido como estábamos, todavía peor.
Veo en El Pueblo de Ceuta del pasado miércoles que tras el
Consejo de Gobierno del martes, el Ejecutivo reiteró que su
apuesta para resolver la situación es que la Administración
General del Estado establezca unas tarifas máximas
“amparadas en cuantos aspectos legales y contractuales sean
necesarios”. Lo de siempre, “hay que hacer”, pero sin pasar
de las palabras. Y siguen diciendo desde la Plaza de África
que “estamos abiertos a otras alternativas, siempre bajo el
principio de que las dos Administraciones debemos ir de la
mano”. Particularmente me agradaría que al regreso de
vacaciones me costara menos el billete, pero ... “soñar no
cuesta dinero”, mientras que el barco no habrá bajado los
precios.
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