El Teatro Auditorio de San Lorenzo del Escorial se vestirá
el viernes y el domingo de la próxima semana con la
escenografía de la frontera del Tarajal, el espacio en el
que el polémico y afamado dramaturgo Calixto Bieitio
(Miranda de Ebro, Burgos, 1963) encontró hace más de una
década el escenario ideal para situar su versión personal de
‘Carmen’, la ópera que Georges Bizet compuso en 1875 a
partir del texto de la novela homónima del también francés
Prosper Mérimée.
¿Qué tiene que ver Carmen, la mujer que dos franceses,
Prosper Mérimée y George Gizet, hicieron famosa con la
novela y la ópera que escribieron sobre su leyenda con
Ceuta? ¿Qué relaciona a la ciudad autónoma con la gitana
cigarrera y trianera, que entabló amores con un militar
vasco llamado Don José Lizarrabengoa?. La calenturienta
mente creativa del dramaturgo burgalés Calixto Bietio, que
el próximo fin de semana presentará en el Teatro Auditorio
de San Lorenzo del Escorial su visión del texto ambientado
en Ceuta en los años 70, un montaje que estrenó en 1999 en
el Festival de Peralada, en coproducción con la Ópera Zuid
de Maastrich y que, desde entonces, no ha vuelto a verse en
España.
Bieito explicó ayer que después de recorrer medio mundo “muy
influido” por la novela de Mérimée, “llena de personajes al
límite”, un día decidió “descubrir qué significaba el sur”
del que se hablaba en ella. Para ello viajó a Andalucía y a
Marruecos pero no fue hasta que regresó por Ceuta cuando
encontró la verdadera esencia para su puesta en escena.
“Fue en la frontera donde me encontré con un mundo de
pateras, salvaje que contenía todos los ingredientes que
buscaba: gentes que se dedicaban al contrabando doméstico,
legionarios, personas que deseaban escapar...). Fue así como
capté el paisaje de la obra porque para mí, ‘Carmen’
significa frontera, extremo límite”, explicó ayer el autor
en Madrid durante la presentación del espectáculo, estrenado
ya en numerosas ciudades europeas como Holanda, Bélgica y
Dublín.
Violencia de género
Otro elemento esencial de esta propuesta la explicó Calixto
Bieito con una frase: “La maté porque era mía”, muy presente
en la obra y que al director le hizo pensar inmediatamente
en la “violencia de género”, representada en la figura de
Don José, “un personaje obsesionado por sus frustraciones y
su violencia mal canalizada”, dijo.
Completa su visión de la ópera de Bizet el mundo de los
toros. “No me considero taurino ni antitaurino pero me fui a
ver varias corridas y me di cuenta de que aquello tenía
mucha relación con la frontera y que es un arte sobre la
vida y la muerte. Me produjo una sensación muy fuerte”,
confesó.
Lo que sí tuvo claro Bieito desde un principio es que esta
ópera “nada tiene que ver con lo folclórico ni con lo
español. “No es una ópera española aunque sí de tema
español”, afirmó. Por esta razón el director de escena
declaró que decidió ser “muy estricto y muy seco” desde el
punto de vista estético.
Una de las peculiaridades de este montaje es que se ha
realizado una versión que no tiene recitativos escritos
aunque, por lo demás, la partitura se ha respetado
fielmente. “Es la música de Bizet y se entiende todo”,
señaló Bieito.
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