La Shica regresa a la tierra prometida. Antes de subirse al
escenario de Las Murallas escuchará a La Faraona. Quizá
‘Pena, Penita Pena’. Algo que ella no tiene desde que
decidió apostar por hacer lo que hacía lola Flores con ella:
emocionarla. Busca que el público olvide los problemas
cotidianos al compás de ‘Trabajito de Chinos’ lo consiguió.
En enero saca su nuevo disco a la luz y hoy guarda para los
ceutíes la exclusiva de nuevos temas. Mucho trabajo,
honestidad y un toque “de macarrilla” están haciendo que La
Shica suene por todos los rincones del mundo. Dice que acaba
de empezar y que le queda todo por hacer. Algo ha hecho:
conseguir lo que se propuso cuando se fue de Ceuta siendo
una niña persiguiendo un sueño.
Pregunta.- Cada vez más años de rodaje sobre los
escenarios, más admiradores, más canciones...y aún no
tenemos claro su estilo. Sáquenos de dudas.
Respuesta.- Es muy complicado. No sé exactamente como se
llama. Me cuesta mucho ponerle un vestido. Depende del
momento del concierto en el que estés puedes pensar que un
tema es más flamenco o más rapero...es una mezcla de todas
las músicas que me han ido acompañando desde que soy
pequeña. Una mezcla de todo lo que me ha dejado huella.
P.- Dice que en tu último disco estuvo tan absorvida en el
trabajo que se excluyó del exterior. ¿Necesita esa soledad
para componer?
R.- Es un poco que te absorve a veces. Soy muy pesada para
trabajar y muy tranquila. Así que hasta que no tuve claro lo
que quería hacer pues no paré y empecé a currar como 14
horitas diarias. Bueno, no mola mucho porque luego te duele
la cabeza pero estoy muy contenta con el resultado y creo
que es superdistinto al primero y va a molar mucho también
P.- ¿Tan distinto es?
R.- Es otro estilo. Cambio mucho más, es más serio, no es
tan alegre. Tiene temas divertidos porque me gusta mucho
hartarme de reir pero es mucho más profundo.
P.- ¿Tendrá que estrenar algún temita en su Ceuta natal hoy,
no?
R.- Vamos a adelantar algunos temitas, claro que sí. Hoy
haremos el laboratorio, la gran prueba... que mejor que en
mi tierra. Habrá los temas que la mayoría conocéis y luego
tres o cuatro nuevos.
P.- ¿Alguno especial?
R.- Hay un tema que me gustaría mucho estrenar pero está muy
muy pero que muy verde. A ver si ensayamos los horas previas
y lo ponemos a punto... pero me encantaría porque habla de
una comida familiar muy divertida.
P.- ¿Terminarás con la maldición de no ser profeta en su
tierra?
R.- No sé, eso es cosa vuestra, no mía.
P.- ¿Tuviste que irte de aquí para triunfar?
R.- Sí. Tuve que irme no por triunfar sino para poder
aprender. Irme a buscar maestros, gente potente, porque aquí
no hay mucho. Si no me iba no iba a conseguir pasar de un
límite.
P.- ¿Tenía ganas La Shica de volver a actuar ante su gente?
R.- Me he levantado super temprano pero contentísima porque
para mí significa mucho. Cantar para toda la gente que
quiero, mi familia, mis colegas del cole, mis colegas de
después del cole... Además cantar en ese sitio tan especial
frente a mi mar preferido... tengo muchísimas ganas.
P.- ¿Qué es lo mejor y lo peor de Ceuta?
R.- Lo mejor... tomarte un té en Benzú y mirar a la mujer
muerta eso es un super lujo. Y lo peor, no tener teatro,
aunque dicen que está de camino, pero eso me parece un poco
triste.
P.- ¿Qué ha sido lo más duro de todo este camino?
R.- Lo más duro irme tan chica de Ceuta, con 15 años. La
verdad es que volvería a hacerlo. Los empieces son difíciles
siempre y siendo tan pequeña cuando llegué a Madrid me
sentía como una vaca en un garaje. Demasiado grande y
demasiado de todo. Los primeros seis meses fueron chungos.
Recuerdo noches eternas y mientras estaba en el instituto y
en clases de baile estaba feliz pero cuando se hacía de
noche y tenía que meterme en la cama era cuando lloraba
echando mucho de menos a mi gente. Fue jodido.
P.- Pero mereció la pena. Lleva un ritmo imparable y actuado
con grandes artistas. ¿Con cuál se le han puesto los pelos
de punta?
R.- Muchos me ponen los pelos de punta. Muchos con los que
he compartido escenario y muchos con los que me queda por
compartir. Con todos los que he participado me lo he pasado
bomba: La Mari, el Bicho, Carmen Paris... con todos los que
he hecho algo es porque me apetecía y subirte al escenario
con ellos es de puta madre.
P.- ¿Hay alguien con el que le gustaría especialmente?
R.- Me hubiera gustado mucho con... buf! me da hasta apuro
decirlo...pero con La Lola. Para mi hubiese sido lo máximo.
P.- ¿Ha tenido que pelotear para llegar hasta aquí?
R.- Pelotear... no, no soy yo pelota. Lo que si tienes que
ser es educada. Hay veces que no te apetece pero entra
dentro de la profesión. No hacer de tripas corazón pero hay
ciertas cosas que no te puedes permitir por el tipo de
trabajo que haces. Quizá irte de un sitio sin despedirte y
no puede ser. Ante todo educación.
P.- ¿Hasta con Risto?
R.- Con todo el mundo. Pero no lo conozco y no veo mucho la
tele en general. No estoy yo muy puesta en operación
triunfo.
P.- Eche la vista atrás y dígame qué ha aprendido en todo
este recorrido desde que hizo la maleta y se fue a Madrid
con 15 añitos.
R.- Muchas cosas. Lo más importante a confiar en uno. Nadie
va a confiar en ti si tu no confías y nadie va a apostar por
tí si tu no estás seguro. Y esa decisión de tirar para
adelante ha sido la herramienta que más me ha ayudado.
P.- Objetivo de su música.
R.- Divertirme, disfrutar, aprovechar que estoy viva y que
sé lo que me gusta hacer y que puedo hacerlo. Ese es el
sentido. Entretener, que a la peña se le olvide un ratito
que hay crisis, que no hay crisis, si su niño ha cateado
cuatro, si su marido es un poco capullo... esas cosas,
simplemente entretener.
P.- ¿Qué canta bajo la ducha si es que canta algo?
R.- ¿Bajo la ducha? claro! mi cuarto de baño suena que te
cagas con los azulejos. Tiene un sonido que te cagas. A
veces incluso canciones que no me gustan no puedo dejar de
cantarlas. Se te meten... se te va el sentido y no te las
quitas en todo el día.
P.- Una canción que recomiende a la gente que transmita
felicidad pura.
R.- Un disco que se llama Futurismo de un pavo que se llama
Casim. El tema se llama Tranquilo. Está chulísimo, a mi me
da un buen rollo.
P.- ¿Qué hará hoy antes de subirse al escenario del Patio de
Armas de las Murallas Reales? ¿Tiene alguna manía especial?
R.- Tengo 150.000. Calentamientos con mi profe de canto,
tengo que escuchar cualquier tipo de artista de estas por
las que yo decidí algún día hace muchos años que yo quería
ser artista en plan Lola Flores. Yo escuchaba cantar y me
daba tan buen rollo que también quería. Por eso empecé, digo
yo que como todo el mundo. Ese método no falla. Un disco que
te remueve la sangre y te hace decir “venga, vámonos... ¿a
dónde hay que cantar?!”
P.- Si por algo se le conoce también es porque no tiene
pelos en la lengua. Además participa en un coloquio en RNE.
¿No le ha jugado eso malas pasadas y ganas de desear tener
un filtro en la cabeza?
R.- A veces dices cuando se te escapan cosas “no tenía que
haber dicho eso”, pero precisamente Juan Ramón Lucas me ha
llamado porque soy así, para que no me corte ni un pelo. Soy
como la salvaje de todas esas señoras estupendas que hablan
fenomenal, no dicen tacos, y yo siempre ando soltando de las
mías. Eso sí, siempre siendo respetuosa y sin ofender a
nadie.
P.- ¿Qué le falta por hacer a La Shica?
R.- Todooooo. Me falta por hacer todo. Acabo de empezar.
Tengo que darme cuatro o cinco pirulas al globo por lo
menos. Me falta mucho por aprender, muchas canciones por
cantar, mucha gente por conocer...estoy en parvulitos.
P.- La próxima visita será para recoger la Medalla de la
Autonomía. ¿Cómo ha recibido el galardón?
R.- Un subidón, no? Que en tu tierra consideren que tu curro
mola, que tu curro sirve, es genial. Lo agradezco muchísimo
aunque no sé si es justo que me la den sólo a mi porque hay
mucha gente de Ceuta que está haciendo cosas fuera. Bueno,
me voy a sentir rep`resentante de toda esa gente que yo
conozco y los que no porque me gustaría compartirlo con unos
cuantos colegas que están ahí luchando.
P.- Si no existiera la música, ¿qué motor movería su vida?
¿En qué se basaría para seguir con este buen rollo?
R.- No lo entiendo, no puedo. No podría vivir sin ella. Sin
café y sin música no entiendo vivir. Y sin amor, claro.
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