Ceuta votó a favor del nuevo sistema de financiación
autonómica y no se abstuvo, como el resto de Autonomías
gobernadas por el PP, porque sus demandas sí fueron
atendidas por el Gobierno respondiendo a su petición de
recibir un trato “singular y específico”. Los mismos
adjetivos valen, por tanto, para su posición, que Vivas
defendió ayer ante los medios junto a Gordillo, al que
agradeció el respaldo que le ha dado el partido durante las
negociaciones con el Estado, y a Francisco Márquez, titular
de Hacienda, al que agradeció como cabeza visible de la
consejería “su entrega, dedicación y excelente trabajo”. A
las críticas, ni caso.
El Gobierno ceutí anunció ayer, sin más concreciones, que
los 15 millones anuales adicionales que percibirá en
concepto de financiación autonómica gracias al nuevo sistema
aprobado el miércoles con el voto a favor del Ejecutivo de
Zapatero y diez Autonomías servirán para “sanear deudas,
mantener el nivel inversor de la institución y seguir
mejorando la calidad de los servicios públicos”.
Así lo anunció a media tarde Juan Vivas, que compareció ante
los medios para dar cuenta de los motivos que “determinaron
y justificaron” su alineamiento con las comunidades
socialistas, Cantabria y Canarias en el Consejo de Política
Fiscal y Financiera.
Aunque él fue el único que habló, el presidente ceutí acudió
a la Sala de Prensa de la Asamblea junto al presidente del
PP ceutí, Pedro Gordillo, a quien agradeció explícitamente
su apoyo desde el partido en el discurrir de las
negociaciones mantenidas con el Estado; y con su consejero
de Hacienda, Francisco Márquez, al que felicitó por su
“entrega, dedicación y excelente trabajo” desarrollado al
frente del equipo humano de su departamento. A su alrededor,
para dar solemnidad a la escena, hicieron acto de presencia
la práctica totalidad (sólo faltaron dos) de los miembros
del Consejo de Gobierno.
El presidente dedicó su exposición inicial a explicar su
postura, que según detalló está sostenida por un hilo
coherente: pedimos un trato singular específico, lo
obtuvimos y nuestro voto fue también, por tanto, singular y
específico.
“Para recibir la consideración que demandábamos Ceuta tuvo
que apartarse de los criterios que justificaban la reforma,
pues no hubiéramos mejorado con el Fondo de Garantía de
Servicios Básicos, ya que no los tenemos transferidos, ni
argumentando un aumento notable de nuestra población”,
inició Vivas, que consideró “lógico” que la Ciudad
demandara, “en defensa del interés general, la mayor
cantidad posible de fondos”, aunque siempre sin perder de
vista “la lealtad institucional, la prudencia y la
responsabilidad”.
Como en toda negociación, prosiguió su relato, de los
máximos acabó pasándose a los mínimos: “Llegó un momento en
que fijamos 15 millones como límite para aceptar el nuevo
modelo, aunque el Estado no lo aceptó hasta muy al final de
las conversaciones”, continuó Vivas, quien desveló que antes
de esa cifra y de los 13,2 que aparecían en el primer
borrador presentado por el Estado se le habían ofrecido 11,
lo que acabará recibiendo Melilla.
“El Gobierno central”, remató, “incorporó nuestras
peticiones al documento definitivo, aceptación que determina
y justifica nuestro voto favorable, ya que aunque no colma
todas nuestras expectativas esa cantidad sí la consideramos
un avance positivo y muy significativo”.
“No hubo consigna”
Vivas no ahorró números para sostener su interpretación:
“Duplica, en términos absolutos y per cápita, lo que
veníamos percibiendo hasta ahora e incrementa los ingresos
corrientes de la Ciudad en casi un 10%”, destacó.
Sobre la presunta tensión generada en el PP por el sentido
de su voto, distinto al de todas las demás Autonomías
Populares, que se abstuvieron, Vivas negó la mayor: “No hubo
ninguna consigna, aunque sí una orientación, pero el voto no
siempre debe ser igual en función del color político: en
2006 se debatió un reparto de fondos adicionales para
Sanidad que todas las Autonomías apoyaron y Ceuta no”,
ejemplificó antes de recordar que los “críticos” con el
nuevo sistema se aferran a dos denuncia que tampoco afectan
a la ciudad.
“Se basan en agravios comparativos o en que no se han
atendido sus demandas, pero a nosotros no nos ocurre ninguna
de las dos cosas”, razonó Vivas, que especuló con la
abstención de Comunidades como Castilla y León o Galicia
recordando que ellas sí podrán renegociar con el Estado en
las comisiones bilaterales de transferencias, algo que Ceuta
no tendrá la oportunidad de hacer al habérsele asignado “una
cifra exacta”.
El presidente tampoco quiso entrar en disputa con su
homólogo melillense, el también Popular Juan José Imbroda,
que ayer consideró “aberrante” que a Ceuta se le
incrementase su asignación anual, según su versión, por
votar que sí. “No entraré en polémica porque sigo pensando
que Melilla tiene un excelente presidente y porque estoy
convencido de que la alegría cada vez que le ocurre algo
bueno a una ciudad autónoma es recíproca”, rechazó elegante
antes de conjurarse para “seguir manteniendo las mejores
relaciones con Melilla, su Gobierno y su presidente por el
bien de los ceutíes”.
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