En rueda de prensa, el vicepresidente primero de la Ciudad
Autónoma, Miguel Marín, recordó que desde el Gobierno local
se reivindicó desde el primer momento la colaboración de los
partidos de la oposición “para conseguir lo mejor para
Melilla” en la negociación sobre la financiación autonómica.
Sin embargo, CPM y PSME-PSOE “no han hecho absolutamente
nada” durante el proceso para apoyar la reivindicación de la
Ciudad Autónoma, ya que “no han pedido ni pública ni
privadamente al Gobierno central que incremente de manera
considerable esa financiación para Melilla”.
De hecho, Marín acusó a ambos partidos de “poner piedras en
el camino” en este proceso, que “es lo que hacen PSOE y CPM
habitualmente”, a pesar de que la voluntad del Ejecutivo
local desde el principio fue hacerlos partícipes del proceso
proporcionándoles toda la información que manejaban con el
Gobierno central.
En este sentido, Marín recordó que el consejero de Hacienda,
Guillermo Frías, convocó una comisión en enero de 2009, en
la que se le facilitó a PSOE y CPM toda la documentación que
la Ciudad Autónoma aportó en la reunión entre su presidente,
Juan José Imbroda, y el presidente del Gobierno, José Luis
Rodríguez Zapatero, así como los detalles sobre la oferta
inicial de financiación autonómica para Melilla por parte de
la Administración central.
Por lo tanto, “es mentira que el Gobierno de la Ciudad no
contara con la oposición” como anteayer denunciaron los
líderes de PSME-PSOE y CPM, Dionisio Muñoz y Mustafa
Aberchán, respectivamente, señaló el número dos de la Ciudad
Autónoma.
Además, Marín afirmó que “si al final este nuevo modelo de
financiación autonómica sale en parte bien para Melilla,
será porque no han intervenido el PSOE y CPM, que hubieran
estropeado lo que se hubiera logrado hasta ese momento”. “Y
digo en parte porque estamos seguros de que no se va a
atender el total de las peticiones que hemos llevado a
cabo”, agregó.
El número dos del Gobierno melillense acusó también a la
oposición de intentar “intoxicar” a la opinión pública y
“crear un clima de crispación entre la Ciudad Autónoma y el
Ministerio de Hacienda” utilizando la polémica.
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