Hacía tiempo que no le veía por
estos andurriales, hasta que el otro día me encontré con el
senador, Nicolás Fernández Cucurull. La verdad, fue una gran
satisfacción encontrarme con alguien, con el que mucho antes
de presentarse a la política teníamos una buena amistad.
Cosa, que seguimos manteniendo con el paso del tiempo a
pesar de que, como decía la sabia de mí abuela, “nos vemos
de higos a brevas”.
Nos saludamos, hablamos par de minutos, nada de política, y
en cuanto el senador se fue a saludar a otras personas, no
sin antes advertirme que sus padres, buenos amigos míos,
venían al día siguiente, me dio por pensar que, en alguna
ocasión, había escrito que el senador era una persona muy
preparada y que, algún día, podría ser el sustituto de Juan
Vivas.
Difícil trance en el que puse al senador por dos razones.
Primera porque, se mire por donde se mire, Vivas es
insustituible y la segunda quizás la más importante, desde
mi persona e intransferible punto de vista es que, en cada
ocasión, en la que me da por escribir algo bueno de algunos
de los personajes importantes del Partido Popular, las cosas
se les tuercen sin saber la razón de ello.
Hoy, acordándome de esas situaciones en las que suelo poner
a todos aquellos que creo tienen conocimiento y capacidad
intelectual suficiente para ocupar un cargo importante,
comprendo las razones por las cuales a muchos personajes
importantes, a los que uno le tiene ley de la buena, huyo de
mentarlos o de destacar sus cualidades, antes de que pasen
al ostracismo político. Como diría el famoso personaje de
“La Bombi” ¿por qué será?.
La repuesta la tengo pero, de momento, me la voy a reservar
para una mejor ocasión, de esas que suelen presentarse y que
vienen como anillo al dedo.
Recuerdo, como caso reciente de cuanto estamos diciendo
cuando escribí, en varias ocasiones, que el mejor portavoz
que tenían los populares en la Asamblea, a años luz de los
demás era, sin lugar a duda alguna, Emilio Carreira. Hoy,
sin que nadie se me moleste, sigo pensando igual. Pues,
bien, dónde está Emilio, fuera de la Asamblea.
Hoy por hoy, Juan Vivas es el líder indiscutible e
indispensable que tiene los populares, para llevarse de
calle unas elecciones. Pero pensando que un día, Vivas, se
lo puedan llevar a Madrid con un alto cargo en las filas de
los populares o que cansado no se quiera presentar más, a
pesar del temor de que mi amigo, Nicolás, al hablar de él en
términos elogiosos, de su gran preparación, considerándolo
la mejor baza a jugar, por los populares, el día que pase,
que puede pasar, alguna de las dos opciones que pueden
ocurrir con Vivas, no puedo callar y sigo opinando que
Fernández Cucurull está ahí y que es un personaje
importante, al que hay que saber aprovechar, llegado ese
momento que alegamos anteriormente.
Igual le estoy haciendo un flaco favor a mi amigo, pero la
verdad no tiene más que un camino y jamás he faltado a la
verdad. Cuando escribo esto, me quedo preocupado. Se volverá
a repetir la cosa.
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