Hace ya mucho tiempo que el desarrollo judicial del caso de
las subcontratas de CABED S.L no tiene eco en los medios de
comunicación. Esto no es consecuencia del silencio de las
partes sino de que el caso está “paralizado” en los
juzgados, según informaron fuentes jurídicas implicadas en
el proceso.
“Al principio hubo mucho interés por acelerar las cosas y,
por tanto, percibimos cierto movimiento, pero ahora la cosa
está realmente parada”, sostiene uno de los abogados de las
subcontratas ceutíes. Este mostró su contrariedad por
comprobar la “desidia” existente en los juzgados respecto a
este caso.
Los abogados de los demandantes han presentado al juez una
batería de pruebas para solicitar al acusado, Antonio
Benítez Domínguez. Los requerimientos se han realizado,
según indicaron, hasta en dos o tres ocasiones y no se ha
obtenido una respuesta diligente de los juzgados. “Quien
tiene que dar las directrices para que esto se mueva no lo
está haciendo”, señalaron.
Amén de los abogados, que luchan porque el caso avance,
están los empresarios, quienes todavía tienen un agujero de
mayor o menor calado en sus cuentas por haber particcipado
en la obra de la nueva sede del Instituto Nacional de la
Seguridad Social y todavía no haber cobrado. “No hay que
olvidar que los empresarios están desesperados porque
todavía se les debe dinero”, precisaron. Entre las entidades
perjudicadas están: Gabay (180.000 euros de deuda),
Aluminios Merima (85.000 euros), Hermanos Taboada (60.957
euros) y Maese Construcciones (58.334,68 euros), entre
otros. En total, Construcciones Antonio Benítez Domínguez
adeuda 430.383, 69 euros a las once subcontratas ceutíes.
Entre las pruebas solicitadas al juez, para que diera
trámite a su cumplimiento por parte de Antonio Benítez
Domínguez está la declaración de un socio de este, la
cuantía de una obra que Cabed S.L. estaba realizando en
Chipiona, las cantidades embargadas a este por la Seguridad
Social y la relación de trabajadores de esta constructora.
“Casi ninguna de las pruebas que se han solicitado han sido
ejecutadas todavía”, lamentaron.
El empresario Antonio Benítez ha mantenido hasta ahora que
Ferrovial le rescindió el contrato de obra tras los primeros
impagos, por lo que no ha podido hacer frente a las deudas
con las subcontratas ceutíes.
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