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                     El Instituto Cervantes, entidad 
					pública creada por España en 1991 para la promoción y la 
					enseñanza de la lengua y la difusión de la cultura 
					españolas, ha ido creciendo de forma exponencial desde su 
					fundación hasta convertirse, 18 años después y con más de 70 
					sedes repartidas por 44 países de todo el mundo, en un foco 
					no sólo de extensión de un idioma que ya hablan entre 400 y 
					500 millones de personas, sino, a través de él, también de 
					la idiosincrasia y la influencia internacional de España. En 
					Marruecos, donde dispone de seis sedes especialmente 
					interconectadas, es la punta de lanza de los intereses 
					españoles y su sede más cercana a Ceuta, la de Tetuán, la 
					que proporcionalmente tiene mayor número alumnos de todos 
					los ‘Cervantes’. Además, en un país como el vecino en el que 
					la ascendencia de Francia ha hecho perder a los españoles 
					gran parte del influjo generado no sólo durante los años de 
					protectorado en el norte sino por relaciones históricas de 
					más hondas raíces, el Instituto Cervantes es la referencia 
					cultural extranjera por excelencia, tanto en el ámbito de la 
					enseñanza del idioma como en el cultural. Por su cercanía y 
					potencial, Ceuta ha de saber colaborar, participar de este 
					importante rol otorgado al ‘Cervantes’ y, también, estar 
					dispuesta a prestar apoyo a sus actividades y viceversa. La 
					programación preparada por los gestores culturales del 
					Instituto para este otoño, y que hoy da a conocer EL PUEBLO, 
					supone una oportunidad de compartir experiencias y de 
					disfrutar de un amplio e interesante abanico de actividades, 
					tanto por la posibilidad que existe de que los ceutíes se 
					desplacen a Tetuán como por el hecho de que algunas de ellas 
					pueden acercarse o traerse directamente también a la ciudad 
					autónoma, aprovechando el tirón de la institución española. 
					Así se hace desde hace tiempo por parte de los seis 
					institutos Cervantes de Marruecos, que comparten las 
					actividades logrando de este modo racionalizar y aprovechar 
					mejor los recursos. Ceuta tiene aún mucho por decir y hacer 
					en este campo de juego. 
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