La AD Ceuta rompió ayer el fuego, en palabras de su
presidente Felipe Escane, con la presentación del primero de
los futbolistas contratados para el próximo ejercicio. El
protagonista, el guardameta sevillano Ramón de 29 años,
cumplirá la treintena el próximo 18 de septiembre, un metro
y ochenta y ocho centímetros y setenta y nueve kilogramos.
Avalado por la experiencia que acumula en Segunda División
‘B’ y agradecido al Ceuta por haber apostado por él (Ramón
recordó que el club caballa ya quiso ficharlo pero se
comprometió con el Terrassa), recurre al tópico “no me gusta
hablar de mí y prefiero que sean ustedes los que me
juzguen”, pero asegura que puede aportar “mucho trabajo,
profesionalidad, constancia y buena armonía”.
De sus cualidades indicó que “me gusta estar muy encima de
mis compañeros, mandar a la defensa y en el juego aéreo
asumo riesgos en la salida si pienso que es la mejor
opción”. Ramón subraya que “la constancia y la humildad” son
las ‘armas’ que utilizará para ganarse la confianza del
entrenador.
El nuevo portero del Ceuta entiende a medias que la afición
esté desencantada después de la última campaña. “El
aficionado desea que su equipo juegue bien, gane todos los
partidos y ascienda, pero desde dentro sé que esta categoría
es muy difícil, en la que tienes que trabajar muchísimo para
estar arriba. A veces con muchísimo dinero no lo consigues y
otras con menos dinero, pero con trabajo y humildad se
alcanzan los objetivos”, añade.
Competencia sana
La portería de la AD Ceuta cambia por completo con los
fichajes de Ramón y Manu Taranilla que toman el testigo de
Lledó y Javi Martínez. El sevillano tiene claro que “la
competencia en el fútbol es muy importante y tanto Manu como
yo vamos a dar el máximo para disfrutar de la titularidad.
Nadie que venga aquí lo hace para estar en el banquillo o
vivir la vida en Ceuta. Somos profesionales y todos queremos
ayudar al club jugando los domingos, aunque es un puesto
difícil porque si las cosas van bien no se cambia al
portero”.
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