Me toca, esta semana, llevar al
pequeño a la piscina municipal de la vecina localidad de
Argentona, de donde somos socios y que están muy bien
condicionada para los niños pequeños, dispone de dos
piscinas grandes una de ellas para los niños.
El césped donde nos tendemos para tomar el sol es suave y
lustroso cubierto de árboles que dan sombras estupendas.
Sólo tiene un problema: el vestuario. No es posible dejar
las pertenencias en él. No dispone de cabinas individuales.
Solo perchas en hilera.
Desde éste lugar, más bien desde la mesa de la terraza del
bar, puede uno leer tranquilamente los diarios mientras se
toma una “clara” despampante, sin preocuparme por mi chico
que se baña solo en “su” piscina.
No tengo que preocuparme que un grupo de individuos se crean
los amos de la piscina y se dediquen a competir con saltos
acrobáticos, molestando a los demás usuarios.
No tengo por qué abandonar el recinto si un grupo de
miserables se dedican a molestar a las bañistas con
tocamientos incluidos, después de que uno de ellos orine en
el agua desde la orilla.
Una llamada a los Mossos d’Esquadra es suficiente.
Bueno, en todo caso mi estancia en la piscina municipal
siempre se alterna con mis paseos a la playa, enorme playa
de Mataró.
Mientras tanto el mundo rueda y todos con el.
Sin ir más lejos en los paseos de las tarde-noches, acudimos
al Fórum de Barcelona donde se celebraba una especie de
carnaval brasileño con tanto colorido como escasa
participación de público. Este problema, la falta de
público, parece generalizado en cuantos eventos populares se
ofrecen por estas tierras. La crisis sigue volando sobre
nuestras cabezas.
Entre toda la barahúnda de la crisis, incluso despidos y
ERES… pienso en el jugador portugués fichado por el equipo
de gobiernos conservadores. Pregunto: Si a ese equipo se le
ocurre presentar un ERE general… ¿indemnizaría a sus caros
jugadores con 45 días por año trabajado?, lo digo por lo de
la crisis que nos azota y la cantidad de despidos que están
haciendo y que harán. Creo que es una inmoralidad.
Tan inmoral como la actuación de los médicos de urgencia de
cierto hospital de una población de Huesca. Un escalador que
bajaba uno de los picos del Aneto (Pirineos) se estropeó la
pierna. No quisieron atenderle porque no llevaba el carné de
Sanidad… entretanto los servicios sanitarios y de Protección
Ciudadana oscenses trabajaban a marchas forzadas y
gratuitamente para buscar a una mujer francesa que se pierde
por Ordesa durante horas. ¡Qué incongruencia!
Pasemos a lo nuestro. Una bicoca para conservar los espacios
naturales de nuestra ciudad. El presidente de la asociación
ceutí “Septem Nostra” y buen amigo mío, saltará de contento.
Supongo.
Con esos 1,4 millones de euros, a los que se les suma los
200.000 de la Ciudad, podrán rehabilitar multitud de parajes
terrestres y marítimos de nuestra flamante Ciudad Autónoma.
Aunque no estaría de más que se vigilara un poco el destino
final real de ese dinero. No sea que algún avispado mejore
su parcela privada.
Tampoco es cuestión que todo se vaya para proteger a las
aves. Existen ciertas aves de cuidado.
El viaje a Pamplona queda aplazado hasta mañana, jueves, mis
compañeros de viaje andan despelotados con sus respectivos
jefes. Les conceden permisos para jueves y viernes. ¿Qué le
vamos a hacer?
Como me llevo el portátil tal vez continúe en contacto con
Vds., a más de poder informar un poco de las vicisitudes que
nos ocurran en los Sanfermines navarros. Una cosa es segura:
no correré ni delante ni detrás de los morlacos
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