Las consultas externas, el primero de los servicios que
funcionará en el nuevo hospital universitario de Loma
Colmenar, abrirán sus puertas a lo largo de la segunda
semana de septiembre. Esta noticia es una confirmación de
que al final no se ha podido llegar a tiempo para abrir en
julio, como se dijo en la última ocasión, pero por otra
parte, el INGESA se compromete y, por primera vez, anuncia
un plazo más que concreto.
Este avance se produjo ayer, durante la visita girada a la
instalación por la directora general del INGESA, Sara Pupato,
quien estuvo acompañada del delegado del Gobierno en Ceuta.
Exteriormente no parecen demasiados los cambios en las
instalaciones del nuevo hospital. Interiormente las
oficinas, habitaciones y demás habitáculos rezuman olor a
centro sanitario. Y es que la fase de equipamiento del
clínico universitario está a punto de finalizarse, según
explicó el director territorial del INGESA, Jesús Lopera.
Las consultas externas como instalación y el equipamiento
necesario para su funcionamiento están ya terminados. No
obstante, flecos relativos a la puesta en marcha de la
instalación como la señalización de emergencia, los
servicios auxiliares, los aparcamientos y los taxis han
impedido que se cumpliera el deseo del INGESA de abrir este
servicio en Loma Colmenar ahora en julio.
El traslado del personal y los servicios ahora situados en
el ambulatorio José Lafont comenzará días antes. Para
hacerse una idea, las consultas externas representan a los
especialistas de distintas disciplinas como pueden ser, por
ejemplo, urología o aparato digestivo.
La decisión de aperturar las consultas externas durante la
segunda semana de septiembre se produce tras el estudio
incluido por el INGESA en el Plan de Apertura del nuevo
centro sanitario. Un documento, del que ya existe un
borrador, y que estará totalmente perfilado en cuestión de
semanas.
La Dirección Territorial ha promovido la elaboración de un
estudio en el que han participado todos los servicios y
departamentos hospitalarios. Un informe que se utilizará
como base para el traslado, según informó Lopera.
El siguiente objetivo, según apuntó la directora general del
INGESA, será abrir el resto de las dependencias situadas en
el hospital civil, de forma paulatina, antes de que acabe el
año. “Siempre hay dificultades a la hora de abrir un
edificio nuevo, pero en este caso hay una carga añadida
porque media un traslado de un centro a otro”, explicó
Pupato.
Tanto la directora general del INGESA, como el delegado del
Gobierno ensalzaron el papel de la Dirección Territorial y
todo el grupo humano que está trabajando por facilitar la
apertura del hospital lo antes posible. “Están haciendo un
esfuerzo sobrenatural”, espetó Pupato, mientras que Chacón
dijo sentirse “orgulloso” por ver que “se ha trabajado mucho
y bien”.
El delegado del gobierno recordó que este centro
hospitalario se ha construido en “poco más de una
legislatura” y que ha sido un gobierno socialista el que ha
hecho realidad un deseo “largamente esperado” por los
ceutíes.
Fernández Chacón hizo hincapié en el esfuerzo humano y
también en la inversión del Estado en estas instalaciones,
que al acabar estarán por encima de los 100 millones de
euros, de los que más de 20 se corresponden con los costes
de equipamiento.
El nuevo hospital se asienta sobre una superficie de 56.000
metros cuadrados de extensión y está provisto de 229 camas.
Es una instalación diseñada para atender las necesidades de
una población de 150.000 habitantes, donde sus dependencias
están bien comunicadas unas con otras.
Si las consultas externas serán las primeras en abrir, las
urgencias serán las últimas en llegar a funcionar en Loma
Colmenar.
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El INGESA descarta que vaya a plantear a Cruz Roja uso
alguno para las instalaciones del actual hospital civil
Era una decisión tomada desde hace
tiempo pero no se oficializó hasta ayer. El INGESA descarta
de forma tajante plantear a Cruz Roja uso alguno para el
actual hospital civil cuando abandone las instalaciones a
inicios del próximo año. Así lo confirmó la directora
general del INGESA, Sara Pupato, quien añadió no obstante
que el archivo de historias clínicas sí va a permanecer allí
un tiempo. Una vez se hayan trasladado las urgencias, último
servicio en hacerlo, el INGESA iniciará el procedimiento
administrativo para devolver el edificio a su dueño
patrimonial que no es otro que la oenegé. Cruz Roja, que sin
tener noticias en un sentido u otro, esperaba un
pronunciamiento oficial del INGESA dado que se había
especulado con usos sociosanitarios por parte de la
Administración General del Estado o de la Ciudad. De esta
forma la margarita se deshoja y queda una opción menos. Ello
acerca más a un futuro donde el actual hospital sea una
instalación donde Cruz Roja tenga centralizados sus
servicios y albergue el Centro de Alzheimer, el Centro de
Mayores, el Punto de Encuentro Familiar o el Transporte
Adaptado entre otros.
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