El tráfico rodado de vehículos por
el centro sufre evidentes momentos de excesiva complicación
por las obras que, siendo absolutamente necesarias para la
mejora de la calidad de los servicios, se suceden en este
área de la ciudad. La densidad del tráfico en Ceuta, no
vamos a descubrirla, es elevadísima si porcentualmente la
comparamos con cualquier gran capital del país. El uso de
los vehículos en Ceuta se vuelve absolutamente cotidiano y
probablemente con grados excesivos si hemos de reconocer
este aspecto. Pero, dadas las circunstancias de esta masiva
utilización de automóviles y pese a que en el mes de julio
están salvados los añadidos complicados de las salidas de
los colegios, tenemos que en las horas punta circular por la
ciudad es introducirse una larguísima cola de serpiente de
lentitud parsimoniosa que logra bloquear directamente todas
las vías y accesos a las diferentes calles de este area de
la ciudad por donde, llegado el caso, se hace imposible el
acceso de vehículos de emergencia.
Dadas estas circunstancias, este medio ha comprobado además,
que las vías del interior del centro -incluso las
principales- colapsadas en horas concretas adolecen de
regulación en los puntos claves, en las intersecciones más
necesarias. Es cierto que los 50.000 vehículos matriculados
para una población de 80.000 es una cifra espectacular que
contribuye a estas situaciones en calles de por sí estrechas
y, ahora, por necesidad imperativa, en obras.
En cualquier caso, seguro que pueden arbitrarse medidas
operativas de cara a que el ciudadano sienta que además de
su seguridad durante las 24 horas del día, disponga de un
servicio público que garantice la fluidez del tráfico rodado
en las horas más complicadas del día, las llamadas punta.
Hasta la fecha el tráfico se absorbe a trompicones por sí
mismo en medio de la desesperación de conductores privados y
del servicio público en su tránsito diario por las calles
del centro.
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