Con ropas holgadas y zapatillas deportivas blancas, Ceuta
celebró ayer su cultura juvenil urbana al olor de la pintura
de los graffittis y la habilidad de los break-dancers y
raperos. Antes, un espectáculo de trial moto y bike abrió el
telón de la velada en el anfiteatro de la Marina, que reunió
a un numeroso público juvenil.
Sendos especialistas con una moto de trial y una bike
–bicicleta– ofrecieron ayer un vistoso espectáculo en el que
mostraron toda la habilidad de la que se puede ser receptor
sobre dos ruedas.
La noche para la celebración de la cultura juvenil urbana
ceutí contó con el grafitero bilbaíno, que mostró su arte
con los tubos de pintura en un gran panel.
Posteriormente, el escenario del recinto ferial vivió la
competición de diez break-dancers en busca del premio al más
habilidoso de este tipo de baile surgido en los 80 y que
está teniendo un revival.
Los aficionados al hip-hop tuvieron también una velada para
no olvidar, con la pelea de gallos que protagonizaron una
docena de raperos de verbal incontinencia.
Por último, el grupo Plaza Vieja puso el colofón de la
jornada con un concierto de pop-rock.
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