La Fiscalía de la Audiencia Nacional recurrió ayer la
absolución de 10 de los 14 presuntos yihadistas acusados de
ayudar a Irak a autores del 11-M. Entre ellos se cuentan los
cuatro ceutíes que, supuestamente, formaban la célula que
lideraba Tarek Hamud Hamu, se financiaba a través de la
delincuencia común y tenía capacidad operativa para cometer
acciones terroristas y la intención de llevarlos a cabo:
Bilal El Saiti, Mustafa Mohamed Abselam y su tio Abdelmalik
Absela.
La fiscal de la Audiencia Nacional Dolores Delgado,
coordinadora de terrorismo islamista en este tribunal,
recurrió ayer en casación la reciente absolución de 10 de
los 14 presuntos yihadistas acusados de ayudar a huir a Irak
a autores del 11-M en un escrito en el que, según informo la
edición digital del diario EL PAÍS a última hora de la
tarde, insiste en que existen pruebas de su colaboración en
banda terrorista que, en su opinión, han sido omitidas por
el tribunal. Delgado lamenta que el veredicto de la
Audiencia no resolviera todos los puntos objeto de acusación
y denuncia “fallo corto o incongruencia omisiva puesto que
el Tribunal debería haber dado respuesta a todas y cada una
de las cuestiones jurídicas alegadas y no lo hace”.
En el mismo sentido, explicó el medio del Grupo PRISA, la
fiscal denuncia vulneración a la tutela judicial efectiva
porque, en su opinión, la Sala no ha valorado todos los
elementos de cargo. Sobre Bilal El Saiti, Mustafá Mohamed
Abdeselam y Abdelmalik Abselam Amak el recurso destaca que
la acusación de colaboración con organización terrorista se
sustentaba en que en su domicilio en Ceuta se hallaron
armas, munición, pasamontañas, grilletes, y que se les
intervino conversación telefónica en la que entre otras
frases se decía: “Oriente y Occidente tienen que saber que
somos terroristas y que damos miedo, y que hay que hacerles
cualquier cosa que asuste. El terrorismo es un deber en la
religión de Dios”. El recurso señala que la Sala se limitó a
afirmar que no consta que los acusados formaran parte de una
red terrorista y que no se pronuncia sobre la alternativa
jurídica de colaboración con organización terrorista que
efectuó el ministerio fiscal.
Sobre el también ceutí Tarek Hamed Hamu, presunto líder de
la célula, que fue condenado a dos años de cárcel por
falsificación en la denominada Operación Tigris, la fiscal
asegura que la sentencia omitió valorar el material
probatorio “como su propia declaración en la que afirma que
su hermana es soldado profesional en el Ejército español y
pertenece al regimiento de Ceuta, resultando que entre las
armas, el permiso de conducir falso a nombre del acusado,
los grilletes y los pasamontañas se hallaron 114 láminas de
armamento militar que pertenecen precisamente al ejército
español y son de distribución entre soldados profesionales”.
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