Es algo que agrada a cualquier
viandante, en su pueblo, en la capital de la provincia o en
la capital del reino. Lo contrario causa desagrado a todo
aquel que tiene que transitar por una vía pública.
Ceuta no tiene por qué ser una excepción a esto y como cada
día vemos que hay muchos que hacen de su capa un sayo y les
importa un bledo que su perrito deje los excrementos en la
mismísima acera, será preciso sancionar y sancionar con
fuerza a aquellos que sacan a pasear su perro, sin tener el
cuidado de que tras el paso del perro quede la calle tan
limpia como estaba antes.
En Ceuta, también sucede en algunos otros sitios, el poco
cuidado, la falta de civismo y, especialmente, los
excrementos de los perros hacen que algunas de las calles,
incluso céntricas, se pongan intransitables, cosa que no se
puede y no se deberá tolerar en el futuro.
Tener un perro, o cualquier otro tipo de mascota, puede ser
muy agradable, pero tener las calles limpias lo es más.
Ambas cosas, sin embargo, pueden darse, pero si para tener
las calles limpias y no llenas de excrementos de perros hay
que sancionar con fuerza, no habrá más remedio que
sancionar.
Hasta ahora 300€ era la sanción que se imponía por no
recoger el excremento de un perro cuando se había sacado
este a pasear. Pues bien, parece que a más de uno les debe
haber parecido barata esa sanción, con lo que habrá que
subir la “tarifa” a aquellos que no cumplan con su
obligación, y como lo que más duele es el bolsillo, si se
endurecen las sanciones, el que salga con su perrito a
pasear, tendrá que cuidar que éste no vaya dejando nada tras
su paso, porque, de lo contrario, tendrá que echar mano al
bolsillo, pero un poco más que hasta ahora.
Cuando la policía sancionaba a uno porque el perro había
dejado sus excrementos en la calle, había que pagar 300€,
una nadería si lo comparamos con los 1500€ que cuesta la
broma en Madrid.
Y lo que más llama la atención es que la Ciudad ha colocado
más de 50 “sanecanes” a lo largo de toda la ciudad, en el
centro y en las barriadas, pero de poco están sirviendo
todos estos servicios, con lo que ese tipo de “basuras”, más
de lo deseable, aparecen en las aceras.
Si se tolera esto, de muy poco va a servir el que cada año
se trate de “apretar” más al servicio de limpieza, en tanto
que, a nivel individual, cada uno quiere actuar “ a su
manera”, pero siempre bajo el mismo punto de vista:” no
haciendo lo que se debe y tratando de molestar y perjudicar
a los demás”.
Hasta ahora, eso es cierto, ha habido sanciones, pero muchas
menos de las que se debieran haber impuesto, con lo que hay
muchos que “vienen pasando” de cumplir con su deber en estos
casos.
La consejera de Medio ambiente y Servicios Urbanos, Yolanda
Bel, se plantea volver a subir el importe de las sanciones,
que no hace mucho pasaron de 150 a 300€.
La Policía Local tiene que intensificar la vigilancia en
ciertas zonas de la Ciudad, en las que se hace caso omiso a
este tipo de ordenanzas.
Y, es más, son muchos los comerciantes que se han empezado a
quejar, por cuanto hay clientes que no entran a ciertos
establecimientos por la suciedad o el mal olor que hay a la
misma puerta de esos locales, una suciedad que es ajena al
servicio de Urbaser.
|