A río revuelto, ganancia de pescadores. Y en estos momentos,
uno de los lugares más convulsos del fútbol español, es el
CD Linares, donde la AD Ceuta podría ‘pescar’ algún jugador,
en caso de que la entidad azulilla acabara por disolverse.
Por si las moscas, ante la posibilidad de que el club
jienense acabara desapareciendo, el secretario técnico
ceutí, Fernando Abad, ha echado sus redes en Linarejos,
entablando contactos con Pedro Díaz, jugador al que le resta
un año de contrato en el Linares y que, en caso de obstener
la carta de libertad, podría llegar al vestuario del Alfonso
Murube para cubrir el flanco derecho del ataque caballa.
Una opción que maneja el agente del futbolista, José Javier
González, quien reconoce conversaciones con el club blanco,
al afirmar que “hemos hablado con ellos”. Sin embargo, y sin
querer valorar la situación real de la negociación, se
limita a exponer que existe “un principio de acercamiento”.
Así las cosas, y mientras se aclara el futuro del Linares, y
de su representado, indica que “el Ceuta es una opción más”,
ya que “Pedro está en el mercado”. Por ello “nos encontramos
en periodo de recibir ofertas”, y en el Ceuta “están
interesados”. De ese modo, y una vez que llegue la hora de
decidir nuevo destino, “la decisión será del jugador”. Donde
podría pesar el hecho de que ambos conozcan a Fernando Abad,
“uno de los directores deportivos más importantes que me he
encontrado”.
Sobre la situación del Linares, y preguntado por cuándo
podría dilucidarse el futuro del Linares, José Javier
González responde que “es la pregunta del millón de
dólares”. Recordando que, “ya el año pasado la situación era
límite”, aunque al final se logró salvar el match-ball.
Matizando que “los jugadores pecaron de buenas personas” en
un lugar en el que “han sido los únicos que han cumplido”.
Pedro Díaz, que el pasado mes de junio cumplió 32 años,
recaló en la campaña 2006/07 en el Linares procedente del
Talavera, equipo de su localidad natal, del que salió para
jugar una única temporada en el Novelda. Se trata de un
extremo veloz que mide 170 centímetros y pesa 67 kilos.
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