Otra vez las navieras en el ojo
del huracán. Como cada verano, cuando llega la Operación
Paso del Estrecho (OPE) y, con ella, los miles de magrebíes
que se ven obligados, porque otro remedio no les queda, a
embarcar para volver a sus lugares de origen para pasar sus
vacaciones, las compañías cancelan cualquier promoción o
rebaja de sus tarifas y hacen tabla rasa con todos los
pasajeros a excepción de los residentes comunitarios en la
ciudad autónoma, que siguen gozando de su 50% de subvención
garantizada por el Ministerio de Fomento. Se trata, visto de
lejos, de un movimiento propio del libre mercado: cuando
sube la demanda sube también la oferta y, en este caso, el
precio del producto. En nuestra sociedad tiene difícil
argumento contrario el silogismo, pues es una pieza
fundamental del capitalismo. El problema es que el ciudadano
no acierta a ver de forma clara de qué manera le beneficia
que políticos e instituciones le repitan constantemente que
tienen en cartera el problema del coste del transporte
marítimo, que hay una línea de interés público y demás. Al
final, pese a los posicionamientos de la Comisión Nacional
de la Competencia, cada vez que un ceutí se acerca al puerto
para trasladarse a la península sigue encontrándose con casi
los mismos precios en casi todas las navieras. La
experiencia del billete especial para familiares y allegados
a residentes se ha revelado como un verdadero éxito que ha
consumido cupos a una velocidad que duplica y triplica las
previsiones expuestas inicialmente por sus promotores. Pero
la llegada del verano, la época en la que más personas
podrían venir a conocer o revisitar Ceuta también parece
inviable, a ojos de las navieras, su mantenimiento. Es hora
de hacer caja y las preguntas del ciudadano de a pie que las
Administraciones deben responder sigue siendo la misma: ¿no
es posible legalmente intervenir ese mercado limitando su
precio? Así, con una respuesta contundente, como no hay nada
más que hacer, quizá se activaría un movimiento social más
firme que sigue esperando un paso de sus representantes.
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