La segunda temporada de Mario en el Betis ‘B’ ha estado
marcada por una bursitis en una rodilla que le obligó a
pasar por el quirófano después de las Navidades. El defensa
permaneció prácticamente cuatro meses en el dique seco y
sólo pudo jugar los dos últimos partidos de Liga. Mario
lamenta que “no esperaba estar tanto tiempo parado”.
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