El profesor de Economía Financiera de la Facultad de
Educación y Humanidades, Gabriel García- Parada Arias, fue
el encargado de abrir ayer el curso sobre ‘Prevención del
fraude y del blanqueo de capitales en el contexto de la
crisis’, ciclo incluido en la oferta de verano de la UGR en
Ceuta.
García- Parada abogó de forma elocuente por la necesidad de
devolver al mercado los activos inmovilizados en los
Paraísos Fiscales como una de las fórmulas para salir de la
crisis.
“El dinero hay que moverlo. En economía hay una máxima:
dinero genera dinero”, espetó el profesor de Economía
Financiera. Este defendió durante su exposición la conexión
existente entre la crisis económica y la evasión de
capitales.
Según diversos estudios se calcula que el 33 por ciento de
los activos mundiales se encuentra inmovilizado en Paraísos
Fiscales. García- Arias significó la importancia que tendría
para la recuperación del sistema que una parte de ese dinero
entrara en circulación. Claro está que existen posturas
contrapuestas sobre si sancionar o no a quienes mantienen
ingentes cantidades de activos en bancos de países opacos
fiscalmente a pesar de que se decidan a dar salida a esos
fondos. El ponente citó a Segismundo Álvarez, notario, que
se muestra inflexible en su opinión de gravar a estas
sociedades. Este deja de hablar de Paraísos Fiscales para
referirse a Parásitos Fiscales ya que el dinero allí
acumulado tiene una nula tributación.
Gabriel García- Parada recordó que de entre los once países
con renta per cápita más alta, siete, son pequeños Paraísos
Fiscales. Además reseñó el importante crecimiento de las
ganancias de las multinacionales estadounidenses radicadas
en estos países opacos fiscalmente.
Por otro lado, el ponente nombró algunos de los países
europeos (Suiza) y de la Unión Europea (Bélgica, Austria y
Luxemburgo) acogidos al secreto bancario. Una máxima esta
que los suizos, principales exponentes de lo que es un
paraíso fiscal, consideran tan vital “como el aire que
respiramos”, según refirió.
Las bases de la crisis
El profesor de Economía Financiera explicó que la base de la
crisis es la confianza. “Esta es una crisis de confianza.
Algo fundamental porque el sistema financiero está basado en
eso precisamente. Sin ella no podemos seguir avanzando. El
dinero no puede estar metido en el colchón”, espetó.
La construcción fue el primer sector demonizado por la
población en los inicios de la crisis. Ahora han sido los
bancos los que han ocupado su lugar en el patíbulo. “Los
bancos son imprescindibles. Son nuestros intermediarios
financieros; si tienen problemas hay que ayudarlos”, mantuvo
el economista durante su discurso, pese clamor popular.
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