Mientras nuestro inefable Zetapé
viajaba al África Occidental para regalar los dineros de los
españoles, a países ricos en petróleo como Nigeria,
siguiendo el conocido axioma del eufemismo ridículo que se
ha dado en llamar “cooperación internacional”, que consiste
en quitarle el dinero a los pobres de los países ricos para
dárselo a los ricos de los países pobres. Es decir, mientras
nuestros gobernantes pierden el tiempo en pamplinas y
naderías, Cáritas atiende a miles de familias que han
descendido abruptamente de la comodidad de la clase media
trabajadora a los umbrales de la indigencia.
Eso importa. Nos importa. Y nos lacera el alma. Pero no hay
que pecar de pesimistas, porque, la Realeza, durante sus
vacaciones, utilizará en el palacio de Marivent “bombillas
de bajo consumo”. Se ve y se siente que, aunque “la crisis
esté presente” y las unidades de salud mental no den abasto
en recetar fluoxetina y diazepanes a los desesperados
ciudadanos, los Privilegiados, no pierden las ganas ni la
oportunidad de vacacionar. Afortunados ellos que pueden
mover el barquito, el Fortuna y gastarse en cada paseito
blindado por policía, ejército, buzos, guardias civiles y
defensa aérea lo que gana un mileurista en tres años de
curro duro. ¿Qué comentan entre susurros agoreros, poniendo
caras de popes ortodoxos en día de festividad? ¿Qué se jodan
los mileuristas porque, el mundo es muy grande en Nueva
Zelanda, por ejemplo, no existe la crisis? Eso tendrán que
hacer los nuestros, emigrar, aunque sea en plan fino, sin la
maletilla de cartón atada con una cuerda, el contrato de
trabajo atrapado bajo el sobaco y el bocadillo de chorizo
para el trayecto. Porque, en las oficinas de empleo que son
nuestros partidos políticos, no hay tiempo para “tomar
medidas” y mejor que no las tomen, porque la cagan ¿A quien
se le ocurre darle más dinero a los buitres de la banca, que
son quienes tienen de rodillas a España?. No. Los créditos
directos a las pequeñas empresas, a los comerciantes y a las
familias trabajadoras que fabrican en sus venas esa sangre
que chupan los Poderosos.
Que yo sepa, al banco de Botín no le ha ido mal, pese a la
recesión. Los “de arriba” ni se enteran de que hay una
España expectante cada noche en las puertas de los
restaurantes y de los supermercados al cierre, para comer de
los desperdicios. Hasta el punto de que, en algunos
restaurantes caritativos, en algunos negocios con corazón,
lo que desechan va pulcro y casi empaquetado, por respeto a
esos jubilados de cuatrocientos euros y de ahí para abajo,
que tienen que tragarse la pena y la vergüenza y hacer cola
junto a los rumanos ante los contenedores de basura. Para
comer. Aunque, hemos de ser sensatos y llegar a la
conclusión de que no es tan lucido construir cientos de
comedores sociales para dar de comer a los “nuevos pobres”
de España, como desparramar los millones de euros para
“infraestructuras” o para “potenciar las energías
renovables” de algún país exótico donde reciben a los
jilipollas de Occidente con gran parafernalia y danzas
tribales. Y se hace “la foto solidaria” y el politicastro ve
la foto y suspira en una catarsis de autocomplacencia
“¡Coño! ¡Es que soy más bueno que el pan!”. Eso importa.
Y de verdad importa que ahora, que reina Patxi López y se le
ha cerrado el grifo a subvenciones y ayudas a los etarras y
a su miserable entorno, algún juez, incluso de esos que ya
no pueden ejercer “la justicia universal” tire de la manta y
se ponga a echarle las cuentas a los dineros despilfarrados
¿Eso no es pura y puta malversación? Por los peneuvistas
durante años. ¡Que no todo van a ser Astapas, Malayas y
Gurteles! Ni nos importa una mierda el sastre de Camps ni
los trajines del tesorero del PP, porque del trajinerío
patrio de la recalificación y de imputar a todo el que se
menea (y a todo el que se le tiene enfilado) por “blanqueos
y chorréos”, de ese trajín nunca han mamado asesinos. Y
precisamente la teta que ha nutrido a la mierda etarra,
viajes, dietas, abogados, financiaciones fantasma, esa teta
dadivosa, se va a ir de rositas. Aquí, o somos unos
“pringáos” o estamos lelos. Y no se arregla financiando a
una nube de mosquitos para que le amargue el viaje al Falcon
del Zetapé en las Áfricas. ¿A cuantos parados españoles se
podría dar de comer con los dineros de “los viajecitos”?.
Eso es lo que importa .Lo que de verdad importa.
|