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sucesos - LUNES, 6 DE JULIO DE 2009


curso de sensibilización. fidel raso.

tráfico
 

El otro lado de la pérdida de puntos del carnet

La Dirección General de Tráfico introdujo en los cursos de sensibilización y educación vial una serie de charlas a cargo de personas que han sufrido algún tipo de accidente con objeto de concienciar a los conductores
 

CEUTA
David F. Pascual

ceuta
@elpueblodeceuta.com

Estos días de inicio del mes de julio se cumplen tres años desde la implantación del permiso de conducción por puntos. Una medida que, según las autoridades, ha logrado reducir el número de accidentes en carretera y por ende las muertes. La concienciación del conductor y la información siguen primando dentro de las estrategias de la Dirección General de Tráfico, casi al mismo nivel que las sanciones. De esta forma se introdujo la obligación para aquel que perdiera todos los puntos de asistir a clases de educación vial y reciclaje en la conducción. Unos cursos cuyo elemento más novedoso es el de asistir a charlas de personas que han sobrevivido a los accidentes, pero que han quedado marcadas de por vida.

La autoescuela El Centro es la única entidad facultada por la DGT para desarrollar cursos de recuperación de puntos en Ceuta. Las cifras de participación de la ciudad no son comparables a los de ninguna otra ciudad, pero están ahí. Un total de 26 personas han asistido en lo que va de año a los cinco cursos programados para la recuperación total de los puntos del permiso o la licencia de conducción, según José Mata, de la autoescuela. De ellos, 6 han acudido por resolución judicial. No pierden el permiso ni sus puntos pero están obligados a hacer el curso de sensibilización y educación vial. Mientras, en el caso de los cursos de recuperación parcial, hasta ahora han asistido 10 alumnos. La mayoría de los casos los representan chicos jóvenes que estaban a muy pocos puntos de perder la licencia y el permiso y que querían recuperar.

Mata confirmó que durante estos tres años la mayoría de los que han venido han sido chicos jóvenes. Sobresalen los que han sido sancionados por conducir un vehículo para el que no estaban autorizados, explicó el profesor de autoescuela. “La primera impresión que te dejan cuando vienen es la de que esto lo ha montado la DGT para sacar dinero. Son pocos los que vienen concienciados la primera vez”, resume. De hecho, según parece, hasta que no suspenden la primera vez y se dan cuenta de como funciona no se ponen las pilas.

Quienes están obligados a pasarse por la autoescuela por resolución judicial deben afrontar un curso intensivo de seis días. Durante ese tiempo se recalca la importancia de la seguridad vial y las buenas prácticas de conducción. Cuestiones como la señalización y la mecánica quedan de lado. Además, se recuerdan las tasas máximas de alcohol permitidas.

Hasta ahora ningún conductor profesional ha pasado por las instalaciones de la autoescuela El Centro para recuperar la totalidad de sus puntos. Ello no quita que alguno haya perdido una parte de los mismos. La escasa presencia de mujeres es otra de las particularidades de la realización de estos cursos en Ceuta.

De hecho, según los datos de la DGT, durante los últimos tres años sólo 7 mujeres han perdido todos sus puntos en Ceuta. Mientras, en el caso de los hombres han sido 305. Las autoridades han retirado en la ciudad durante este tiempo 15.511 puntos a 2.612 conductores (7% del total).

Con el paso del tiempo el número de cursos por año ha ido aumentando. Así, durante los primeros doce meses de implantación del permiso de conducir por puntos se produjo un curso para cada opción. Ahora la autoescuela llega a más de media docena de cada uno por año. La rapidez y diligencia con que se informa al conductor de la pérdida de puntos lo explica.

Durante los últimos compases del curso de sensibilización tienen lugar las charlas de quienes han sufrido un accidente de conducción. La asociación AESLEME colabora con la DGT en Ceuta para la realización de estas charlas y Juan Antonio es uno de los que las da. Él tuvo un accidente de moto a los 23 años y se quedó en silla de ruedas. “La vida es muy bonita para perderla por una estupidez”, advirtió a los alumnos del curso. Este conminó a los jóvenes a respetar las normas y no creerse “los reyes” mientras conducen. Un discurso crudo y real para evitar que más personas sufran como él.
 

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