El marido en paro, las cargas económicas, los hijos ya
criados... Son circunstancias que empujan a más de 86.000
mujeres mayores de 44 años, 410 de ellas de Ceuta, amas de
casa sin experiencia, a buscar empleo en el INEM. Un
colectivo creciente, de difícil inserción y con
posibilidades de ocupación en el cuidado de personas
dependientes.
El paro, que en junio se redujo en 55.250 personas, continuó
subiendo en el colectivo sin empleo anterior y, dentro de
éste, entre los mayores de 44 años superó las cien mil
personas (en concreto 100.002). De ellos, 86.125 son mujeres
que nunca trabajaron, o lo dejaron hace años, lanzadas al
mercado laboral por las dificultades en sus hogares. Son
parte del “efecto del trabajador añadido”, originado por el
desempleo o la incertidumbre en otros miembros de la
familia.
Representan casi la mitad de las mujeres que demandan primer
empleo (178.574), y son también el grupo mayor (34,7%) entre
todos los parados sin experiencia (248.069) inscritos en el
INEM. En su mayoría, son amas de casa con pocos estudios,
destinadas a empleos de baja cualificación, muchas veces en
la economía sumergida, y con responsabilidades familiares
que dificultan la movilidad geográfica, lo que limita su
contratación a ojos de los empresarios.
Pero con algo “muy bueno”, según declaró a EFE Begoña
Guindel, directora de zona de la empresa de trabajo temporal
Randstad: “Son gente muy seria, con un absentismo cero,
dispuestas a trabajar a jornada parcial, y se adaptan a
todo. A veces nos piden ese perfil, y, en muchos casos,
terminan con un contrato indefinido”.
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