La solución a la crisis, al
parecer no hay otro o no son capaces de encontrarla las
mente pensantes, por lo visto es la subida de impuestos.
Algo que nos suben con la coletilla de siempre; “Van a pagar
más los que más tienen”. Hasta como chiste, esa coletilla es
mala. Las 500.000 mil personas más pudientes de este país,
según los que saben del asunto, van a pagar menos que
cualquiera de los que menos tenemos. Porque en este mundo
traidor, donde nada es verdad ni mentira, la subida de los
impuestos siempre las pagamos los mismos.
Ahora, eso de que “van a pagar más los que más tienen”,
dicho por los políticos de turno queda como muy mono a los
oídos de todos esos pobres crédulos que siguen creyendo, que
los niños vienen de Paris. Oiga, que como las meigas
haberlos haylos.
Por qué no da ejemplo los políticos, apretándose el cinturón
tal y como nos piden a los que menos tenemos, rebajándose
los sueldos que perciben en un veinte por ciento, tal y como
ha hecho, en Madrid, Esperanza Aguirre con todos sus altos
cargos. No caerá esa breva.
Aquí, en esta tierra nuestra, siendo del mismo partido que
Esperanza Aguirre, podían tomar la misma decisión y los
altos cargos rebajarse los salarios en ese veinte por
ciento. Sería, sin lugar a dudas, una buena recaudación, con
la que podríamos cargar menos la subida de impuestos. Oiga,
de ilusión también se vive.
Puede parecer, llevo par de días escribiendo sobre el
asunto, que la he tomado con la subida de impuestos y es
cierto, en cuanto afecta a miles de ceutíes en época de
vacas flacas, que se van a encontrar cada mes con menos
dinero en sus ya paupérrimos bolsillos.
Lógico que esté obsoleta la ley de la subida de impuestos,
igual que está obsoleta la clasificación realizada en su
día, donde algunos se encuentran enclavados en categoría A
cuando apenas si llegan a la zeta.
Cuando muchos vecinos de los que viven en Marina Española,
decidieron gracias a nuestra Caja de Ahorros, comprar una
vivienda, ninguno de ellos eran millonarios, simples
trabajadores que se entramparon durante veinte años
costándole, en ocasiones, Dios y ayuda pagar esa hipoteca.
¿Quién les ha dado la categoría A cómo si fuésemos
potentados?.¿De dónde se saca qué todos los que vivimos en
aquel lugar somos pudientes?. Cuando, puestos a decir,
verdad, hay quienes no están clasificados en categoría A y
son mucho más pudientes que aquellos trabajadores que nos
entrampamos durante veinte años.
Si queremos hacer “justicia social”, pagando los que más
tienen, perdonen que use el manido chiste, vayamos a las
declaraciones de las rentas y al registro de la propiedad
para saber quiénes son, realmente, los más pudientes, aunque
no vivan en Marina Española, Calle Real y otras clasificadas
categoría A, cuya clasificación es más antigua que el yogurt
que se tomó Napoleón al nacer.
Insisto bájense los sueldos y así mostraran la solidaridad,
que tanto pregonan, con le resto del personal en esta crisis
que tenemos.
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