La iglesia de Nuestra Señora de África despide hoy a uno de
los políticos más entrañables de la Asamblea. Será a las
11:00 en un funeral en el que se recordará a Juan Carlos
García Bernardo como un “hombre entrañable, cordial, sin
enemigos y que trabajó por Ceuta con firmes convicciones
dando ejemplo modélico de su labor al frente de Festejos”.
Se ha ido un luchador a todos los niveles. Luchador contra
la enfermedad que le ha dejado morir tras mucho tiempo
resistiéndose, y luchador en su trabajo como viceconsejero
de Festejos, trasladando a cada rincón de la ciudad su
pasión por el lado lúdico y divertido de la vida. Todos
coinciden: si para alguien estaba diseñada la cabecera del
área de Festejos era para él. Vinculado a la política desde
hacía tiempo, llegó a su cargo bajo la confianza de la
consejera del Educación y Cultura, Mabel Deu hacía más de
seis años. Durante su mandato supo ganarse el afecto tanto
de sus compañeros de equipo como de los vecinos ceutíes. Si
hay una palabra que todos utilizan para recordarle, es la de
“persona buena y entrañable”.
Desde las oficinas de festejos, sus compañeros le recuerdan
como un hombre “amable, amigo de sus amigos, bueno, que
conectaba con todo el mundo, enemigo de las polémicas,
conciliador y apasionado de su trabajo”. Un trabajo que le
permitía vivir con mayor intensidad aún las fiestas de su
ciudad natal. Convencido de que los festejos eran un
escaparate que permitía tomar el pulso a la ciudadanía
ceutí, García Bernardo participó desde muy joven en el ocio
ceutí y en sus celebraciones y supo vivir intensamente su
faceta de político para mejorar y aportar nuevas ideas que
revalorizaran las festividades locales.
Su familia política no ha querido dejar sola a su viuda,
también muy querida en la ciudad y a sus hermanos y
sobrinos. El presidente de la Ciudad puso voz al sentimiento
general del equipo de gobierno a las puertas del tanatorio
desde donde partirá hoy hasta la iglesia de Nuestra Señora
de África para recibir el funeral de sepultura a las 11:00
horas.
Profundo dolor
Vivas manifestó un “profundo y sincero dolor para despedir a
una persona entrañable, cariñosa, prudente, discreta,
humilde, modélica y ejemplar como gestor público”. Compañero
y “gran amigo” del fallecido, el presidente valoró su
disposición en el cargo y recordó que nunca “debía avisarñle
si había problemas sino que se presentaba siempre dispuesto
a apoyar y a encontrar soluciones de manera optimista”.
Ejemplo de político leal, Vivas no quiso dejar pasar por
alto la convicciones de que “su ejemplo debe convivir entre
todos los que ocupamos un cargo público y estemos al
servicio de los ciudadanos”.
A través de un comuncado la Ciudad ha manifestado el decreto
de permanecer de luto con las banderas ondeando a media
hasta durante todo el día y que se prolongará hasta el
momento en que se celebre el funeral esta mañana.
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