La ejecución integral de las 16 unidades de actuación
contempladas en el Plan Especial de Proteccióin y Catálogo
del Conjunto Histórico del Recinto de la Almina, que ahora
espera el visto bueno definitivo del Ministerio de Vivienda
tras su aprobación en Pleno el martes pasado, exigiría un
desembolso de 52,5 millones de euros en una programación
contemplada a ocho años vista en dos cuatrienios: 30,3
millones durante el primero y otros 22,1 durante el segundo,
según el documento.
El semibaluarte de San Sebastián, los restos de la Puerta
del Muelle de San Pedro, el Almacén de Abastos, Cortadura
del Valle, la Torre del Heliógrafo, la Batería y el Cuerpo
de Guardia del Molino, el Garitón del Pintor, el Torreón de
San Jerónimo, los Baluartes de San Carlos y San José, la
Batería y Puerta de Fuente Caballos... Son sólo algunos de
los elementos que el Plan Especial de Protección y Catálogo
del Conjunto Histórico del Recinto de la Almina de Ceuta
aprobado esta semana en Pleno cataloga para asegurar su
conservación y, de forma más ambiciosa, promover su puesta a
disposición del ciudadano “como espacios urbanos de alta
calidad y con un fin cultural como uso exclusivo”.
¿Cuánto cuesta tamaño propósito? Según el documento, 52,5
millones de euros. Esa es la valoración del precio que
tendría acometer las 16 unidades de actuación que, a lo
largo de todo el Conjunto Histórico, se proyecta ejecutar en
dos periodos diferenciados de cuatro años cada uno. El
primero, que se dirige fundamentalmente a la vertiente
sureste de la Almina, demanda una inversión de casi 31
millones. El segundo, para la cara noroeste, 22,1.
De esos 16 proyectos cuatro son los de coste más elevado. De
más caro a más barato se trata de recuperar el antiguo
frente Norte de las fortificaciones de la Almina [entre las
calles Paseo de la Marina Española y Compañía del Mar, 9,5
millones]; de actuar en el Conjunto de la Legión eliminado
las actuales construcciones del Ministerio de Defensa, y
recuperando el perfil original de los Baluartes (7,6); de
conseguir un área libre sobre la coronación del muro del
Pozo Rayo que conllevaría el desmantelamiento de las
instalaciones de Radio Televisión Española (6,1) y de crear
“un ámbito cultural, en el que se podrá mantener las
edificaciones compatibles con la ordenación propuesta, y se
creará un área libre en el perímetro de la batería
liberándola de las actuales edificaciones adosadas a dicho
perímetro” en el extremo sur de Cortadulla del Valle.
Su montante, no por casualidad, crece notablemente por el
hecho de que la fórmula de actuación propuesta por los
redactores del Plan es en los cuatro casos la de la
expropiación.
Con mucho menos coste pero igualmente llamativa es la
actuación que se proyecta en el documento sobre Fuente
Caballos, área donde se plantea “recuperar ese espacio como
conexión directa entre la ciudad y la playa, eliminando las
edificaciones adosadas” también por la vía de la
expropiación.
El foso de la Almina
Aunque el texto del Plan Especial deja expresamente claro
que no es cometido suyo “la posible recuperación del foso de
la Almina” sus redactores sí incluyen dentro del primer
cuatrienio de actuaciones la necesidad de “eliminar las
viviendas construidas sobre la propia muralla del foso y
liberar su entorno más inmediato mediante la ejecución de un
área libre”. Para el siguiente quedaría la posibilidad de
“estudiar” la viabilidad de recuperar el tramo de muralla
que va desde el actual mercado al lienzo norte de la misma
“planteando una reordenación que minimice en la medida de lo
posible el impacto urbano sobre este Bien Patrimonial”.
Para el entorno de Cortadura del Valle se proyecta una
operación de reforma interior “que dé lugar a la creación de
un espacio libre asociado a la presencia de esta muralla” y
“que posibilite su puesta en valor”. Muy cerca se aboga por
“conseguir la definición de un ámbito eminentemente cultural
con la coexistencia de la Iglesia del Valle y la Torre del
Heliógrafo, sobre la que se realizará proyecto de
Rehabilitación y musealización. Además se recuperará el
carácter exento de la Torre, por medio de la eliminación de
las viviendas adosadas, y la creación de un espacio libre”.
“El único uso permitido es el cultural, aunque se podrán
considerar otros para actuaciones puntuales de urbanización
y creación de espacios libres o instalación de otros usos
compatibles”, se deja claro sobre todo el Conjunto.
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