Los judocas Jaime Muñoz, Sergio Murcia, Samanta Mate,
Alejandro Jiménez, Alvaro Ríos y Claudio Montero aprobaron
el grado de cinturón negro primer dan, en los exámenes
celebrados por la Real Federación española de judo y
deportes asociados en la ciudad del Puerto Santa María (Cadiz).
Los seis jóvenes caballas consiguieron dejar el pabellón
bien alto en la ciudad caditana frente a los más de setenta
andaluces inscritos en el exámen. Esto no hubiera sido
posible sin el gran trabajo en cuerpo y alma de su
entrenador Rafael Muñoz. Estos chicos llevan a cabo un
entrenamiento intensivo, a lo largo de varios meses, que se
puede dividir en varias fases. La primera parte del exámen
es la teórica, en la que se explica ante un jurado la
disciplina del Judo con preguntas como “¿Quién creó el
Judo?” Fue Jigoro Kano o preguntas más difíciles como
describir la regla del Kuzushi, cuya respuesta es el
desequilibrio que se realiza al oponente, basándose en
acciones de tracción y empuje.
La segunda fase se basa en la práctica de las diferentes
partes del judo de pie y sobre el tatami, como Randori que
es la práctica libre de las diferentes técnicas de judo. En
cambio, el Ukemi son las diferentes formas de caída sin
hacerse daño o el Ushi Comi, que es una forma de
entrenamiento técnico, estas son tres de las muchas
modalidades que conforman la disciplina del judo y entran en
el exámen de primer Dan. Mientras que la tercera y última
parte del examen va destinada exclusivamente a los Katas
cuyo significado literal es `fórma.´ Esta modalidad es la
parte del judo, para el que no se conforma con la
competición, amplía sus conocimientos y mejora su técnica.
Este largo examen es estudiado y entrenado por los alumnos
del gimnasio Ushiro con un horario continuado durante dos o
tres meses, para estar a la altura de las exigencias
establecidas por la Real Federación española de Judo. El
camino del judoca no se acaba en el primer dan sino que
sigue durante doce dan.
Este último es un cinturón blanco con doble grosor, el cual
solo fue conseguido por Jigoro Kano, el fundador del judo,
que es uno de los cuatro estilos principales de lucha
competitiva, de aficionados practicados, hoy en día en todas
las partes del globo. Pero antes de llegar los grados dan
hay que pasar por los diferentes cinturones que van desde el
blanco hasta el negro.
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“El judo no es un deporte violento sino todo lo contrario”
El judo no es un deporte violento,
es un deporte formativo, que forma al alumno normalmente
desde la edad de los 4 años en adelante y que puede ser un
hobby o una forma de vida. Como ha sido para Rafael Muñoz
que lleva más de 25 años dedicándose a entrenar a los
jovenes caballas, en el gimnasio Ushiro, llevándolos por la
senda de la disciplina, el respeto a sus padres, a su
entrenador, a sus compañeros y “sobre todo” a sus
contrarios. Un deporte para disciplinados.
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