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sociedad - MIÉRCOLES, 1 DE JULIO DE 2009


autoridades asistentes al acto. f. raso.

castrensE
 

El 98 aniversario reúne a todas las autoridades en torno a Regulares-54

La cita congregó al presidente de la Ciudad y al delegado del Gobierno, además de a viudas de antiguos indígenas de la unidad y a personalidades y autoridades de Ceuta
 

CEUTA
Luis Parodi

ceuta
@elpueblodeceuta.com

Pocos saben si aquel 30 de junio de 1911 el sol se desplomó sobre el patio de armas como lo hizo ayer. Aquella cita, de hace 98 años, se produjo en Melilla, lugar donde nació la unidad más condecorada del Ejército español. Su primera denominación fue la de Fuerzas Regulares de Melilla, después pasó a llamarse Fuerzas Indígenas de Melilla y en 1914 se establecieron como Fuerzas Regulares Indígenas de Tetuán nº1, para pasar, tras el protectorado, a la ciudad autónoma, en el cuartel del Fiscer. Fue en 1985 cuando se trasladó definitivamente a la sede actual, al acuartelamiento de González Tablas, adaptando, además, la terminación de 54, en recuerdo de la unidad de infantería disuelta por reorganización militar.

La idiosincrasia de este regimiento de infantería, que conserva el azul primitivo, sirvió para congregar en el patio de armas a autoridades de la ciudad autónoma. No podían faltar ni el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, ni el delegado del Gobierno, José Fernández Chacón. Además, acudieron personalidades de la política, desde consejeros hasta miembros de la oposición socialista dentro de la Asamblea. Tampoco faltaron los jefes de todas las unidades de Ceuta, así como un comandante de la Guardia Civil y el jefe de la Policía Nacional, José Luis Torres. El presidente de la Autoridad Portuaria, José Torrado, el capitán marítimo, Jesús Fernández Lera, o el comandante de Marina, Alejandro de Ory estaban invitados a un acto que se desarrolló a las 20.00 horas para intentar esquivar el solsticio. Fue imposible, pero todos aguantaron, no hubo que lamentar ningún golpe de calor.

Fue momento para ver también a las viudas de indígenas de Regulares, que esta vez sí se sentaron bajo una carpa instalada para resguardarlas del sol. La Hermandad de Regulares, nostálgicos de este regimiento de infantería y regulares de honor volvieron a movilizarse.

Será el nuevo coronel quien tenga el honor de presenciar el centenario de la unidad, aunque lo hará, si no hay cambios antes, cuando le den el relevo, dentro de dos años. Por el momento, Modrego sólo tendrá que colaborar en los preparativos de una cita que llegará volando.
 

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