El arquitecto Álvaro Siza finalizó ayer con la revisión del
edificio del teatro-auditorio su visita de obra a La Manzana
del Revellín. Durante más de cuatro horas, y al igual que
hiciera en la primera jornada con el aparcamiento
subterráneo y las dos construcciones que albergarán el
conservatorio, el autor de este proyecto repasó los detalles
de este espacio escénico, que tendrá aforo para 620
espectadores.
El teatro-auditorio, la ‘joya’ del complejo de La Manzana
del Revellín en cuanto a sus dimensiones arquitectónicas y
culturales, el elemento más “transformador” de todos los que
conforman el complejo, en palabras de su autor, Álvaro Siza,
centró ayer los esfuerzos del arquitecto en la segunda y
última jornada de su visita a las obras. Cuando esté
finalizado, según las últimas previsiones, en los últimos
meses de 2010, este espacio para las artes escénicas será el
de mayor aforo de la ciudad, con capacidad para 620
espectadores, y ofrecerá la posibilidad de asistir a
espectáculos de la más alta calidad, puesto que tanto la
acústica como el equipamiento han sido cuidados al máximo.
En compañía un día más por su colaborador, el arquitecto
Avelino Silva, y de los responsables de la obra, encabezados
por su jefe, Sajaru Hijazi, Siza recorrió el edificio
durante algo más de cuatro horas. El arquitecto es
extremadamente minucioso con los acabados, algo que como
explicaban algunos de sus acompañantes, responde a la
necesidad de dar una unidad conceptual y estética a un
proyecto “de autor”. Cada detalle en el plan del arquitecto
portugués resulta importante para el resultado final, de
modo que los responsables de la empresa constructora
destacaban singularidades tales como el hecho de que las
piedras que conforman el zócalo exterior del auditorio
están, como subrayaba el delegado en Ceuta de Corsán-Corviam,
Jorge Martínez, cortadas en forma circular y a medida. Otra
de las peculiaridades de este edificio, que preside la plaza
interior del complejo, es su cubierta, de zinc.
Respecto al acabado de las fachadas del complejo, y tras
algunas pruebas de color realizadas para esta visita, Siza
ha decidido que sea algo más gris que el actual, pues la
fuerza del sol en Ceuta daba un resultado demasiado
“intenso”. De hecho, una de las principales preocupaciones
del arquitecto a la hora de diseñar La Manzana fue su
orientación respecto a la posición del sol, para lo cual,
proyectó en un principio para la plaza mayor superficie de
soportales de la que, tras los diversos cambios operados
respecto al proyecto original, se ha construido. Una de las
ideas que Siza ha esbozado en esta última visita es la de
dotar este espacio público de al menos dos fuentes.
En lo que respecta al interior del teatro, en estos momentos
se procede a la colocación del equipamiento escénico,
consistente principalmente en la iluminación, oculta en unos
rieles en el techo, y elementos audiovisuales. Tal como
señalaban recientemente desde la empresa encargada, la
División de teatro de Chemtrol, el trabajo se encuentra
ejecutado en aproximadamente un 80%.
El responsable de la acústica del auditorio ha sido, al
igual que el encargado de la del conservatorio, un
colaborador habitual de Siza, el ingeniero francés Daniel
Cummings. Del currículo de este especialista, el arquitecto
destacaba proyectos como el de la reforma de la acústica de
la Ópera de París, una de las más importantes del mundo.
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