La pizarra es uno de los pocos
elementos que han perdurado en la escuela. Descansaba sobre
caballetes de madera. En 1950 las prohíben porque resultaban
perjudiciales para la salud. Para borrar se escupía sobre
ellas y, posteriormente, se frotaba con un trapo.
Pero, la pizarra evoluciona, cuando las hacen deslizar una
sobre otra, con la finalidad de guardar lo escrito –pizarra
que sube- porque al maestro le interesaba retener el
contenido escrito sobre ella.
Las tizas de forma prismática, con sus acentuados vértices,
fuero sustituidas por las de formas cilíndricas; así se
evitaba el daño que producían los vértices en los dedos.
¡Fue un gran avance! Como también lo fue las antialérgicas,
que no desprendían apenas polvo. Otro gran logro fueron las
tizas de colores, para destacar aquello que interesaba para
el alumnado.
Con el borrador también se producen sustanciosos cambios.
Del “trapo” que, generalmente, aportaba el propio alumno, se
pasó a la “bayeta” y de ésta al “sofisticado” borrador,
donde sobre un taco de madera iba unido un trozo de fieltro.
Era sumamente tentador para el maestro, ya que en algunos
ocasiones los hubo que lo utilizaron como “objeto volador”,
impactando en la cabeza de algún indisciplinado alumno. En
cualquier caso, los alumnos las utilizaban para dirimir
entre ellos alguna que otra desavenencia, lanzándose las
tizas.
Nuestra convencional pizarra, pronto (¿) nos dejará. Y se
echará mucho de menos. ¿Cómo van a apuntar, los delegados de
clase, en ausencia del maestro, los nombres de aquellos
compañeros que se portaban mal? Pero su marcha, dejará sin
“trabajo”, es decir, quedarán fuera de su circuito a los
instrumentos que siempre les permanecieron fieles: reglas,
compases, escuadras, cartabones… que estaban diseñados para
su uso en la pizarra.
En estos días, finales de curso, he visitado el Aula de
Informática del C.P. “Maestro Juan Morejón”, especialmente
invitado por la Sra. Directora del Centro. Fui atendido por
el responsable de la misma, J. Carlos Pedrajas, el cual me
informó de los objetivos que se pretenden conseguir con la
nueva tecnificación de los colegios. Me llamó, en primer
lugar, la llamada Pizarra Digital Interactiva (PDI), con el
proyector-ordenador y el “blig”, borrador con funciones como
el convencional. El aula está formado por treinta
ordenadores, con lo cual se acoge a un grupo. Por otra
parte, cada aula está dotada de un ordenador, totalizando el
centro 107 ordenadores, por lo que la ratio está situada en
107/482. (482 número de alumnos del Centro).
Por último, J. Carlos, me mostró el Paper-CHOV, con el
bolígrafo interactivo. ¡Todo un prodigio!
Teniendo en cuenta que el Aula de Informática está muy
solicitado, se intentará que en este centro, sus alumnos
están muy bien atendidos en el campo de la informática.
Sin duda, que todos los centros escolares, estarán dotados
de la misma forma que el “Morejón”, esperándose que en un
futuro no muy lejano, la PDI llegue a todas las aulas.
Todo esto me hizo reflexionar si con todos estos recursos,
la enseñanza mejorará, porque, para conseguir mejores
logros, no basta con “tecnificar” a los alumnos. Hay otros
muchos aspectos que tenemos que mejorar…
Pero, lo deseable hubiese sido participar en la
investigación de ámbito nacional, en el uso de las
Tecnologías de la Información y la Comunicación, TIC,
denominada “centro de excelencia SMART”, en la que
participan veinte colegios de toda la geografía española.
Los “centros de excelencia SMART” pretenden constituir un
referente en el campo de la utilización de la TIC en la
educación, así como convertirse en focos de conocimiento
avanzado en este tipo de investigación.
Este proyecto está dirigido por el profesor titular de
Tecnología Educativa en la Universidad Autónoma por
Barcelona. Tendrá una duración de dos cursos lectivos y
pretende descubrir el potencial pedagógico que encierra la
Pizarra Digital Interactiva (PDI y evaluar su incidencia en
los procesos de enseñanza y aprendizaje.
En la investigación estará implicado todo el profesorado del
colegio participante, que dispone de una PDI en cada una de
las aulas y que la utiliza de forma habitual.
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