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OPINIÓN - LUNES, 29 DE JUNIO DE 2009

 

OPINIÓN / EL ESQUINAZO

En busca del dinero ajeno
 


Jesús Carretero
jesuscarretero@elpueblodeceuta.com

 

Y para ello algunos individuos como “El Pata” deben pensar que el mejor sitio para encontrarlo es un banco. Olvidan, sin embargo, que el dinero una vez que entra en la caja de un banco, suele estar a buen recaudo y que si un banco da dinero a uno, se lo da, precisamente, al que no lo necesita, porque a los demás, a quienes lo necesitan de verdad, es más que complicado que se lo den.

Y es lógico, puesto que ese dinero, menos de lo que, a veces, creemos no es realmente del banco y, por tanto, debe custodiarlo para así ganar más, naturalmente, el banco.

Pues bien, “El Pata” fue detenido cuando intentaba hacerse con lo que no era suyo de la caja del BBVA de San José. Y no tuvo suerte, afortunadamente, porque la empleada, así como otro de los empleados y un cliente, que hacía cola, impidieron que “el ratero” escapara con su botín.

Parece que esa empleada fue herida, aunque de carácter leve, al tratar de impedir que el “huésped”, al que no se había invitado, se llevara los euros del contador de billetes de su mesa.

Corrió peligro la empleada, pero defendió su puesto de trabajo y los intereses de la empresa, como mejor pudo.”El Pata” no logró su objetivo, porque, además, un empleado y un cliente que esperaba su turno, junto con la propia empleada redujeron al ladrón.

No había otra alternativa y en ese caso, muy bien la empleada defendiendo los intereses de su empresa, muy bien su compañero mitigando el peligro de la empleada y que con riesgo o sin él actuó con rapidez y extraordinariamente bien el cliente que colaboró para que el “visitante” no arramplara con lo que no le pertenecía.

Lo curioso de todo esto es que estos raterillos intentan “hacer caja” sin pensar en cantidades. Van a lo que sale. Vio unos billetes y le daba lo mismo que fueran muchos o pocos, él quería algo y se quedó en manos de la Policía Nacional que se lo llevó a Comisaría.

¿Y ahora qué?. Pues ya veremos, no sé a estas horas donde estará pero es posible que esté maquinando algún tirón a la señora que va a la compra, o tratando de lograr su objetivo en otro banco, Santander, Popular, Caja Madrid ..., para salir del paso ese día y, más tarde, Dios proveerá.

Parece que este personaje, con su alias y todo, “pasa algunas temporadas en Los Rosales” y de nuevo a “pasear” para que poco tiempo después, aunque sea para unos cuantos días más, volver a buscar cobijo, techo y comida allí en la cárcel.

¿Qué se puede hacer con este tipo de personas? Lógicamente sus hurtos, aunque sean con alguna frecuencia, si lo son, no les pueden llevar a pasar largas temporadas entre rejas, pero lo cierto es que en la calle representan un peligro, para la empleada del banco en este caso, para el dependiente o la dependienta de la tienda, o para la señora que va a la compra y, a las primeras de cambio, se encuentra con que le han birlado el monedero.

Siempre hemos sido partidarios de que a las gentes se les de una segunda oportunidad, pero una persona que ha frecuentado varias veces ya la cárcel estamos convencidos de que ha tenido no una, ni dos, sino varias oportunidades y no ha sabido aprovecharlas. No somos expertos a la hora de catalogar esto de las oportunidades, pero ¡¡Algo habrá que hacer con este tipo de personas!!, y no precisamente dejar que estén a su aire por las calles, por mucho que alguien nos pueda decir que no son ellos solos los culpables de su situación, pero eso sería ya otro cantar.
 

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