Fundamentalmente estimo, tal vez equivocadamente ,que los
eruditos, estudiosos o los denominados “sabios” del Derecho
Laboral tienen que conocer sobradamente la relación que
dimana entre empresarios y trabajadores desde que fueron
creadas las bases de la actual legislación laboral y las
consecuencias que dimanaron de ellas. Por ello me extraña y
desconcierta que 700 profesionales conocedores del mercado
laboral, firmen un manifiesto titulado: “El trabajo,
fundamento de un crecimiento económico sostenible…”. Cuya
síntesis según nos dice el diario El País recoge: “…que las
medidas que se adopten para revertir la grave situación del
empleo en la actualidad no arranquen por el mundo del
trabajo, “no ha sido la causa de la crisis”…”
En síntesis, el antedicho manifiesto, liando los chivos con
las cabras, ha permitido a los Sindicatos replicar a las
propuestas de “ reforma laboral” , según nos dice el diario
con un, ni mijita.
Reformas laborales imprescindiblemente necesarias para la
protección y generación de EMPLEO, que es en realidad el
sujeto que nos puede conducir a un crecimiento económico
sostenible y no como dicen los 700 “EL TRABAJO”.
Partiendo de la base, que el crecimiento económico
sostenible de una sociedad, es el empleo, es de Perogrullo,
que es al empleo al que hay que potenciar, proteger y mimar.
No obstante tengo que reconocer como cierto, lo que nos dice
el diario que recoge el manifiesto, en la crisis que
padecemos ninguna culpa ha tenido el sector laboral, a la
que añado, como tampoco la ha tenido el sector empresarial.
Por lo que me veo precisado a sentenciar: La pérdida de
empleo ha venido motivada a la situación de indefensión que
como objeto-sujeto del Estado del Bienestar ha quedado
dentro de la Legislación laboral EL EMPLEO
Pero dicho esto, tengo que seguir afirmando lo que con
anterioridad, en años, a los acontecimientos que han
desencadenado el Manifiesto de los 700, dije en varios
foros, que para generar EMPLEO, es imprescindiblemente
necesaria la modificación de la Legislación Laboral y de las
tasas fiscales que en la misma se imponen.
Partiendo de que el objeto-sujeto a debate, en cualquier
sociedad acorde con el siglo XXI es el Empleo, también he de
afirmar por convicción, que los derechos adquiridos por los
laborales, son irrenunciables, hasta el extremo que para su
mantenimiento haya que realizarse cualquier aparente
arbitrariedad que evite su pérdida y en cuya protección
tendremos que estar todos, ya que todos somos laborales.
Si aceptamos que la Sociología es la ciencia de la
convivencia, retemos a los “sacerdotes” de dicha Ciencia
para que conjuguen, la defensa del Empleo, como realidad
imprescindible para mantener el Estado del Bienestar a la
vez que buscan los cauces que defiendan los derechos
contraídos por los laborales hasta el presente con inclusión
de la jornada laboral de 40 horas, a la vez que le exigimos
mayores beneficios para los que defiendan el Empleo
Y para los “Sabios” de lo laboral, una recomendación, que se
apoyen en las estadísticas y analicen las pérdidas de
empleos habidas en los centros laborales de la época, en la
primera década de implantación de la Legislación laboral.
Legislación, que desde hace años afirmaba y que en el
presente sigo afirmando, representa un valladar para la
generación de empleo, por lo que en virtud de ella les
reprocho las pocas neuronas quemadas en la redacción de su
manifiesto, que aún sin leerlo del todo, por tan sólo lo que
nos dice el diario El País ... NO A LA REFORMA LABORAL ,
representa el criterio que en él se expone la EXTINCIÓN DEL
ESTADO DEL BIENESTAR.
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