Danzas y ritmos se dieron la mano ayer para anunciar por las
calles ceutíes que desembocan en la mezquita de Sidi Embarek,
La Amara, la romería musulmana dedicada al santo. Hisawas y
gnawas compartieron un mismo escenario que en su segunda
edición fue seguida por más adeptos ansiosos por mostrar el
folklore de su cultura.
Con los rayos de sol que impactaban fuertemente sobre los
rostros y el deslumbrar de lentejuelas y colores vivos en
extravagantes tejidos, se anunciaba a media tarde el inicio
de La Amara, la romería musulmana dedicada al santo Sidi
Embarek que, en su segunda edición, estuvo acompañada por
más adeptos deseosos de mostrar el folklore de esta
comunidad.
Con el sonido de la percusión, acompañado de trompetas y
gaitas, y gnagas (castañuelas metálicas), hisawas y gnawas
se dieron la mano es una muestra de folklore que no pasó
desapercibida incluso para los más escépticos a la
celebración. Ambos grupos, que en su totalidad conformaron
las zaouias, cofradías, amenizaron un recorrido que comenzó
con pocos fieles en Muley el Mehdi y desembocó en la
mezquita de Sidi Embarek, donde mujeres, niños, abuelos y
transeúntes en general rememoraban aquellos recuerdos de la
infancia donde La Amara era la principal protagonista de la
religión musulmana.
Tal y como expresó el delegado de la Federación Española de
Entidades Religiosas Islámicas (FEERI), Salem Zadredin,
“esta fiesta es la recuperación de una celebración
milenaria, el resurgir de que el pueblo musulmán tiene
derecho a divertirse, a la alegría, y no lo que hemos estado
viviendo estos últimos 20 años que ha sido un tramo oscuro
de la religión musulmana ceutí, con la imposición de los
radicales extremistas, con la imposición del cante y el
baile”.
Durante el trayecto, las zaouias mostraron las danzas y
bailes que caracterizan a este nuevo pueblo que repletó las
calles de entusiasmo y que, durante la jornada de hoy,
continuarán con la celebración a través de bailes, música y
conferencias que versarán sobre el sufismo. A las siete de
la tarde, se esperará la recepción de las autoridades
civiles y militares de la ciudad autónoma.
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