Al menos cinco personas sospechosas de pertenecer a una
célula terrorista que operaba entre Marruecos y España han
sido detenidas desde principios del pasado mes en el país
vecino, informaron ayer fuentes del Ministerio del Interior
marroquí. Sólo dos de ellos son naturales de Ceuta, los
otros tres son marroquíes (2 residen en la península y 1 en
Ceuta). Los cinco están acusados de pertenecer al movimiento
islamista radical Salafía Yihadía (“Autenticidad y Guerra
Santa”) y fueron presentados ayer mismo ante la Justicia en
la ciudad de Casablanca, después de ser acusados formalmente
por las fuerzas de seguridad tras aplicársele a los
detenidos la ley antiterrorista
Según las mismas fuentes, al menos tres miembros de ese
grupo, igualmente acusado de tráfico de droga y de vehículos
entre España y Marruecos, poseían, algunos de ellos, la
nacionalidad española. Algunos de ellos vivían en Ceuta y de
estas operaciones llevadas a cabo al otro lado de la
frontera las ha ido contando EL PUEBLO a lo largo del último
mes, paso a paso, desde la información publicada del número
superior al medio millar de ceutíes que se encuentran en
busca y captura en Marruecos, varios de ellos sospechosos de
actividades terroristas.
Jiji y el líder Abu Yassin, cazados en la frontera
El caso de la detención del llamado Jiji, junto a otros tres
ceutíes -ahora en libertad-, en abril determinó el inicio de
las operaciones policiales marroquíes en la frontera con
Ceuta. El joven marroquí residente en Príncipe Felipe donde
cursó sus estudios primarios sólo cometió el error de
permitir que se le pusiera un vehículo ‘doblado’ a su
nombre. Este método, el de los vehículos con bastidores y
matrículas dobladas, es el que más sigue las fuerzas de
seguridad marroquíes porque están convencidos de que su uso
sirve bien para la comisión de atentados, bien para el
transporte de droga con el que financiar a los islamistas
radicales.
Pero en la frontera de Ceuta con Marruecos fue donde cayó
días más tarde, a finales de mayo, el considerado por
Marruecos como jefe de la célula ‘terrorista’, el llamado
Abu Yassin quien residía en la península.
Yassin, jefe de este grupo afin a la Salafía Yihadía y que
ya fuera detenido en 2006 por pertenencia a la red ‘Ansar al
Mahdi’, acusada de preparar atentados contra embajadas
extranjeras y personalides del vecino país, mantiene
estrechas relaciones con el personaje más buscado por las
fuerzas de seguridad marroquíes y refugiado en Ceuta que no
es otro que el llamado Mohamed Ouahbi (aunque su nombre en
España responde al de M.A.H. de Ibn Rochd -mezquita de Benzú-).
Junto con él, Marruecos busca a Rachid Ouahbi -su
lugarteniente-, y a otros dos ceutíes del Príncipe a los que
se les acusa de estar tras la trama de vehículos doblados y
el narcotráfico, según ha sabido este medio por fuentes
marroquíes.
El famoso Milud
Por ir avanzando en las operaciones del último mes, en la
frontera de Bab Sebta fue detenido H. M. -conocido como ‘Jaroto’-,
un taxista ceutí que su único error fue el conducir un
vehículo controlado por las fuerzas de seguridad marroquíes
por vincularlo a uno de los buscados en Marruecos
-precisamente yerno de este detenido-. Y dos días más tarde
‘desapareció’ el famoso Milud Layachi.
El joven ceutí que recién había salido de la cárcel de Los
Rosales, en diciembre de 2008, habría sido ‘reclutado’ para
llevar el vehículo de Mohamed Ouahbi a la frontera y darlo
de baja. Una acción que fue seguida desde lejos por el
propio Ouahbi -desde el lado español- a las dos de la
madrugada del día de la detención. Al famoso Milud se le
aplicó inmediatamente la ley antiterrorista y se le trasladó
a Temara (Rabat), sede de la DST.
Hilando, los marroquíes habían detenido ya, a principios de
junio, a tres presuntos terroristas (1 en Agadir y 2 en
Errachidía) que fueron trasladados a Kenitra acusados de
intentar perpetrar un atentado en el norte marroquí. Para
saber más, la policía viajó con Milud hasta la cárcel de
Kenitra para un careo con los presuntos terroristas. Las
confesiones hechas a las fuerzas de seguridad marroquíes
situarían a varios ceutíes más como miembros de la trama
cuya cabeza sería M. Ouahbi.
y el jefe de esa presunta banda, que responde al seudónimo
de Abú Yacine, nació en Tetuán en 1975 y ya había sido
detenido en 2006 en el desmantelamiento de la red Ansar al
Mahdi, acusada de preparar atentados contra administraciones
públicas, embajadas extranjeras y personalidades marroquíes.
Según las fuentes, Yacine fue condenado a dos años de
prisión por delitos terroristas y fue liberado en julio de
2008. Su presentación ante la Justicia tiene lugar apenas un
mes después de la de ocho presuntos miembros de la célula
terrorista Jamar al Murabitin al Jodod el pasado 12 de mayo
ante el Tribunal de Apelación de Casablanca.
El juez de instrucción encargado de asuntos de terrorismo
ordenó la prisión preventiva contra esos ocho acusados por
“constitución de banda criminal para preparar y cometer
actos terroristas vinculados a un proyecto colectivo para
atentar gravemente contra el orden público a través del
terror, la intimidación y la violencia”.
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La familia del líder de la célula vive ahora en Ceuta
Pocos días después de caer en la
frontera de Ceuta con Marruecos el llamado Abu Yassin, con
un amplio historial de activismo salafista en Marruecos y
ya, en su día, detenido por estar vinculado a una red -‘Ansar
al Mahdi’- que presuntamente pretendía atentar contra
intereses extranjeros en el vecino país y contra
personalidades de Marruecos, llegaba hasta Ceuta, trasladada
desde la península, la esposa y los hijos de éste que ahora
son acogidos y resguardados precisamente por quienes la
policía marroquí pretende detener denonadamente. En
Marruecos, las fuerzas de seguridad le conocen como Mohamed
Ouahbi y se le acusaría de ser la pieza intelectual de la
célula que lideraría Abu Yassin. Fuentes marroquíes aseguran
que será “más pronto que tarde” el hecho de que la Justicia
marroquí eleve una orden de busca y captura internacional a
la Interpol, como en su día realizó contra el Nene.
Cotidiano
Es común hallar en Ceuta ciudadanos en busca y captura en
Marruecos, como igualmente es fácil conocer quiénes residen
en urbanizaciones de la costa norte marroquí para evitar
ingresar en prisión en España.
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