Ha sido destacado el discurso
mantenido por el consejero de Hacienda, Francisco Márquez en
el atril de oradores de la Cámara Alta durante su
participación, en representación del presidente de la Ciudad
Autónoma, en la Comisión General de Comunidades Autónomas
ante los representantes de las distintas autonomías del país
y del vicepresidente del Gobierno y ministro de Política
Territorial, Manuel Chaves. Con una muy razonada
argumentación, complementada con una muy buena exposición,
Márquez dirigió la batuta de las necesidades y esperanzas de
la Ciudad Autónoma en relación a cinco apartados bien
prioritarios de cara al futuro de la ciudad y de los
ceutíes. El proceso de reforma del sistema de financiación
de las Comunidades y Ciudades Autónomas del que Ceuta espera
un máximo de 15 millones de euros, dadas las especiales
circunstancias de esta ciudad técnicamente insular, con alta
densidad de población, con escasez de superficie y
padeciendo los peores escenarios socio económicos, junto con
ser frontera terrestre de la UE con Marruecos, que deben ser
por sí sólo elementos entendibles de un respaldo
generalizado por todos los actores en este apartado concreto
donde las regiones se juegan tanto para el futuro. Pero en
el ámbito de lo reivindicativo, sin mermar un ápice el
espíritu de colaboración sincera, el Gobierno de Ceuta ha
recordado en el Senado la aprobación unánime en su Asamblea
de la reforma del Estatuto de Autonomía. Un proceso que
busca el consenso entre las grandes fuerzas políticas de
ámbito nacional. Eso sí, sin olvidar que con el actual
Estatuto se ha avanzado ostensiblemente aunque aún se puede
mejorar, sobre todo en el aspecto previsto en la disposición
adicional segunda de la Ley Orgánica del Estatuto de Ceuta
que prevé la promulgación de una Ley que consolide el REF.
Ámbitos como el suelo en manos de Defensa, y los acuerdos a
los que se pretenden llegar para poner los terrenos al
servicios de equipamientos y dotaciones para los ciudadanos,
junto con el futuro europeo, la aduana comercial y
participar en las reuniones bilaterales como otras
autonomías cuando España trata con terceros países fueron
las peticiones realizadas donde debían hacerse, en la cámara
territorial que representa el Senado.
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