Los supuestos 500 ejemplares de ‘carabela portuguesa’ (Physalia
Physalis) que presuntamente han sido avistado “estos días”
en el Estrecho de Gibraltar, incluso “a 700” metros de las
playas de la bahía sur de Ceuta no es una medusa, y mucho
menos “mortal” o “asesina” sino una especie común en aguas
del Atlántico que llega a Canarias “de forma rutinaria”,
según aseguró ayer la investigadora del Instituto de
Ciencias del Mar del Consejo Superior de Investigaciones
Científicas (CSIC) Dacha Atienza, quien consideró
“desmesuradas” las informaciones publicadas al respecto”.
En plan científico Atienza explicó en declaraciones a
Servimedia que “no se trata de una medusa”, sino de un
sifonóforo, “organismo cercano que pertenece también al
grupo de nidarios” que “es muy común en las Canarias” y cuya
entrada a través del Estrecho “no es rara”. “A lo mejor otro
año ha ocurrido y no ha repercutido de ninguna forma”,
señaló la investigadora, quien explicó que si sus picaduras
son “más extensas y dolorosas” de lo común e incluso exigen
tratamiento hospitalario “se debe a que tiene una superficie
de tentáculos mucho mayor.
Sin embargo, indicó que la carabela portuguesa “es más fácil
de identificar que las medusas”, ya que tiene “una especie
de flotador que se ve siempre” y que facilita también su
retirada de las aguas.
En cualquier caso el riesgo para los bañistas de toparse con
una de ellas pasó hace semanas. “Dos meses”, según explicó
ayer el jefe de Fomento de la Delegación, Jesús Padillo,
citando a la coordinadora de la Red de Vigilancia de Medusas
para Cádiz y Ceuta.
“Se ha creado una alarma absurda que puede perjudicar no
sólo al turismo local, sino al de la toda la zona”, lamentó
Padillo.
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