La Viceconsejería de Equipamientos Urbanos ya se ha hecho
con los reductores de ruido ansiados para evitar el exceso
de velocidad en zonas problemáticas. Los primeros badenes en
colocarse han sido en Sardinero (avenida Ejército Español a
la altura del edificio Mare Nostrum) y los próximos
beneficiarios serán O’Donnell y Puertas del Campo.
La Ciudad sigue cumpliendo con las reivindicaciones hechas
por los representantes vecinales en las reuniones mantenidas
con el presidente Vivas y consejeros. La medida está
dirigida a la Seguridad Vial en esta ocasión. Se trata de
instalar bandas de reducción de velocidad en aquellas
barriadas con puntos negros en accidentes a causa de la
velocidad de los vehículos.
Los trabajadores de Obimace atornillaron en la mañana de
ayer estos badenes en avenida Ejército Español, enfrete del
edificio Mare Nostrum. Según la Viceconsejería, la medida
“ha tenido éxito”, tal y como expresaron a pie de calle los
propios vecinos.
Los reductores de velocidad, que son de última generación y
de material de goma, están pensados para aminorar los daños
a vehículos pesados, autobuses urbanos y taxis.
Durante los próximos días, los operarios de la empresa
municipal se ocuparán de hacer la misma tarea en San Juan de
Dios (calle del Ambulatorio de Puertas del Campo), en los
tramos anteriores a los pasos de cebra; harán lo mismo en
González Tablas (entrada a las Murallas Reales), colocándolo
antes de llegar al paso de cebra de la gasolinera; y, por
último, enfrente de la Federación de Vecinos, en O´Donnell,
en el tramo que counica a Juan XXIII.
El importe de los badenes adquiridos por Obimace supera los
4.000 euros y era una tarea pendiente muy reivindicada por
algunos vecinos.
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