La Entidad Pública Empresarial de Suelo, SEPES, ha
solicitado ya a la Ciudad Autónoma licencia de obras para la
construcción de la mayor promoción de vivienda protegida de
las seis primeras ya proyectadas por esta sociedad pública
en Loma Colmenar. El proyecto, obra del arquitecto Antonio
González Liñán, se levantará en una de las parcelas
incluidas en la primera fase de urbanización de esta zona de
Ceuta, situada junto al nuevo hospital, y consta de 317
pisos que se construirán en un solar aterrazado.
La Entidad Pública Empresarial del Suelo (SEPES) ha
solicitado a la Ciudad, con fecha del pasado 25 de mayo,
licencia de obras para la segunda promoción de vivienda
protegida de las seis que tiene ya proyectadas para Loma
Colmenar. En concreto, y tal como señalaron desde la
sociedad pública, dependiente del Ministerio de Vivienda, se
trata del mayor de estos seis proyectos, que contempla la
construcción de 317 viviendas de protección oficial (VPO).
Esta promoción de vivienda protegida se levantará en una
parcela aterrazada, la B4, dentro de la primera fase de
urbanización de Loma Colmenar y situada, como el resto, en
el entorno del nuevo hospital. El proyecto, del arquitecto
Antonio González Liñán, es uno de los ganadores del concurso
de ideas VIVA, convocado en 2006 por el Ministerio a través
de SEPES para la construcción de 17.000 viviendas protegidas
en Asturias, Guadalajara, La Coruña, Madrid, Valencia y
Ceuta.
El autor del proyecto indica en su presentación que “dada la
singularidad de la actuación basada en proporcionar
viviendas protegidas desde una actitud contemporánea y
sensible con la actualidad social”, se parte de una
estrategia “amplia” basada en la lectura del lugar y en la
investigación tipológica “en base a la mejora de las
condiciones y los procesos de habitación para dar a lugar a
una vivienda de calidad y adaptada a las distintas
consideraciones que influyen en la construcción de la idea
arquitectónica”. El equipo redactor (González Liñán contó
con otros tres arquitectos colaboradores y un aparejador)
entiende el lugar en el que se ubicarán estas viviendas
“como un acumulador de situaciones, elementos o
acontecimientos que se construyen como un único concepto
desde una mirada amplia y compleja que establece las pautas
de reconocimiento más allá de los valores propiamente
visuales o físicos”. En sus visitas de trabajo, los
arquitectos comprobaron que la zona “tiene viento, luz,
espacios maleables y la memoria futura de los habitantes,
además de unas pautas urbanizadoras ya establecidas”.
Desde esta lectura se propone una intervención “que se
adapta a las circunstancias propias del lugar e intenta
integrarse como elemento abstracto superpuesto mediante una
trama geométrica que rige toda la intervención”. “Esta trama
-explican- nos permite racionalizar todos los factores
propios del proyecto para proponer un conjunto unitario
tanto en la edificación como en la urbanización”. El
proyecto pone en juego unos parámetros “para crear un
fragmento autónomo de ciudad que reconstruya esencias
perceptivas asociadas a una comprensión propia del lugar”.
Vacíos, plazas, calles, miradores y patios se configuran
como los elementos básicos para definir este nuevo “barrio”.
Así el plan apuesta por una comprensión amplia del lugar de
intervención “para establecer unas pautas de soporte
paisajístico y de relación con la ciudad, el paisaje y la
memoria y, finalmente, trazar sobre ese soporte “un esquema
racional y contemporáneo de usos mezclados
(residencial-comercial) cuya escala es clave para establecer
las relaciones comentadas”.
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Un plan que contempla 1.800 viviendas protegidas
Una vez completado, el proyecto de
urbanización de SEPES para Ceuta, que consta de dos fases,
habrá generado terrenos para 1.800 viviendas y el hospital
general como principal dotación pública. En la primera fase,
que se terminó en 2005 con una inversión de 13 millones de
euros, se prepararon 25 hectáreas para levantar el centro
hospitalario y un millar de viviendas protegidas, de las
cuales, la Ciudad construye 225 y SEPES levantará más de
800. En la segunda fase, que se esperaba terminar en 2009,
habrá nuevas promociones residenciales con otros 800 pisos.
En este caso, la superficie urbanizada, en la que también
habrá un polígono industrial será de 46 hectáreas, y la
inversión de 31 millones.
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