El consejero Márquez dejó ayer en el buzón del
vicepresidente Tercero del Gobierno, Manuel Chaves, con el
que se vio en la Comisión General de Autonomías del Senado,
siete peticiones (atención especial en financiación
autonómica y apoyo para la reforma del Estatuto, la compra
de solares de Defensa, la codificación del REF, tener una
aduana comercial, un status singular en Europa y presencia
en las RAN con Marruecos) y un compromiso: Si nos atiende,
vino a decir Märquez, “su esfuerzo será justamente
apreciado”. Chaves dedicó parte de su turno de réplica a
decir que es voluntad del Gobierno lo de la financiación, el
suelo y el REF, pero con otros temas (aduana, Estatuto...)
hay implicados, Marruecos, que “dificultan” satisfacer las
reivindicaciones ceutíes.
La cacareada reunión de la Comisión General de Comunidades
Autónomas que ayer acogió el Senado con la presencia del
vicepresidente Tercero del Gobierno central, Manuel Chaves,
y representantes de cada una de las Autonomías para tratar,
fundamentalmente, el nuevo modelo de financiación autonómica
que el Ejecutivo socialista cerrará en dos semanas tras una
nueva ronda de contactos bilaterales hizo honor a las
expectativas y, al menos en el caso de Ceuta, dejó incluso
más novedades, explícitas o implícitas, de las esperadas
como el hecho de que por primera vez un miembro del Consejo
de Ministros verbalizase la necesidad de compensar
económicamente la atención a los transfronterizos.
Como estaba anunciado, el debate lo abrió Chaves a las 9.30
horas exponiendo las líneas maestras de la política de su
departamento y del sistema de financiación que propugna. Le
siguieron en el estrado quienes habían solicitado su
comparecencia: los grupos Popular, Catalán y Mixto, además
del propio Gobierno. Después tomaron el testigo las
Comunidades. Al consejero ceutí, Francisco Márquez, le llegó
su turno a las 16.07 horas.
En diez minutos tuvo tiempo para ejercer de buen huésped, de
ceutí orgulloso del papel que juega Chaves en el Estado, de
reivindicativo “responsable” y contenido, de político sutil
y de orador ágil.
El discurso que llevaba preparado el consejero rozaba las
1.600 palabras, el tamaño de un reportaje de revista
dominical. De ellas Márquez dedicó casi 200 a saludar y a
reiterar, en nombre de Vivas y de todos los caballas “el
orgullo que representa para todos los ceutíes el que un
ceutí de nacimiento ostente tan altas responsabilidades en
el Gobierno de la Nación”.
Fiinanciación y estatuto
La parte del león (484 palabras) las dedicó a repetir ante
todas las regiones de España los planteamientos “presididos
por la argumentación serena y documentada” esgrimidos por la
Ciudad en materia de financiación autonómica “con el
convencimiento de que nuestras reivindicaciones son en
primer lugar y fundamentalmente justas”.
En ese campo Márquez volvió a hablar de nuestra “reducida
extensión territorial”; de la alta densidad población local,
muy joven además; de nuestra “variopinta” y plural sociedad,
necesitada de políticas de cohesión; de la “insularidad de
facto” de la ciudad; de su escasez de recursos naturales
productivos y de “la fuerte presión migratoria que
proveniente del vecino reino de Marruecos ha de soportar la
Ciudad, que se materializa en un transito diario de mas de
20.000 personas (“compárenlas con el censo de 78.000
habitantes”, subrayó) y que inevitablemente hace obligatoria
la prestación de los servicios públicos que dicha afluencia
de personas demanda”.
“La Ciudad de Ceuta tiene depositadas grandes esperanzas en
el resultado del actual proceso de reforma del sistema de
financiación”, avisó Márquez a la Comisión, a la que
advirtió de que esa suma de condicionantes “hace inevitable
la necesidad de un apoyo directo, un apoyo excepcional diría
yo, en beneficio de nuestros ciudadanos”, para paliar
“nuestros déficits fundamentales en la prestación de los
servicios y funciones trasferidos desde la Administración
Central, los déficits en los que incurre nuestra
Administración por la obligatoriedad de concurrir con el
Estado en la prestación de diversos servicios públicos y las
necesidades financieras para asegurar un nivel mínimo de
servicios públicos en Ceuta equiparable al nivel de los
mismos en el resto del Estado”.
“Parece que se aproxima el final del proceso y confiamos en
que el resultado efectivo sea satisfactorio para los
intereses de los ceutíes”, terminó esta parte de su
exposición Márquez, que a continuación habló del Estatuto
(127 palabras) sin mencionar la palabra Comunidad resaltando
que lo que la Ceuta quiere reformando el de 1995 es
“conseguir superar disfuncionalidades existentes en el
modelo actual y asegurar un marco de progreso y de futuro
adecuado para los próximos años para nuestros ciudadanos”
buscando “como condición sine quanon el consenso entre PP y
PSOE” y siempre “ desde la lealtad institucional y el
respeto escrupuloso a nuestra Constitución”.
Sobre lo económico Chaves, tras agradecerle sus “cariñosas
palabras”, le recordó “rotundo” que es voluntad del Gobierno
central prestar “una especial atención a las características
específicas y singulares de la ciudad, como su
extrapeninsularidad o el hecho fronterizo”, al que se
refirió para asumir que “da pie a problemas de difícil
solución que muchas veces sólo pueden resolverse gracias a
la cooperación institucional”.
Sobre el Estatuto, aún muy cauto, Chaves advirtió de que
existen “dificultades” ligadas a las “peculiaridades”
locales que complican la reforma, pero adelantó que “si hay
consenso en la Asamblea y en el Parlamento podremos
desatascar esos planteamientos”.
Ref y suelo militar
Pero mientras arranca ese tren el consejero dijo que se
podría ir avanzando, por ejemplo, en la “codificación”
pendiente de nuestro Régimen Económico y Fiscal (REF, 242
palabras) en una sola ley para darle “seguridad jurídica”,
según explicó Márquez a este periódico al término de la
sesión. “La Disposición Adicional II de nuestro Estatuto de
Autonomía prevé la promulgación de una Ley que consolide
nuestro REF, pero este mandato legal no ha tenido hasta
ahora adecuado cumplimiento”, recordó a Chaves, al que
adelantó que se le pedirá su “intervención activa” para que
el proyecto elaborado, aún en manos de la oposición, salga
adelante en las Cortes.
Preparado estaba que el de la compra de solares a Defensa
“para cederlos a otros ministerios en beneficio de la
construcción de nuevos Centros Escolares, Bibliotecas,
Centros para Discapacitados o un nuevo Palacio de Justicia”
fuese el último tema de la intervención del consejero ceutí,
pero la presentación de Chaves le dio pie a incluir otras
dos referencias.
Antes, sobre lo de los terrenos (402 palabras), Márquez
reclamó el apoyo de Chaves “para conseguir que fructifiquen”
los intereses plasmados por la Ciudad en el plan ‘Ceuta
2015’ de adquisición por un importe que, se cree, podría
rondar los 30 millones de euros, cuarteles como el Fuentes
Pila o el Fiscer, entre otros, y construir allí
equipamientos y “viviendas protegidas que permitan paliar el
grave problema de acceso a la vivienda por parte de las
clases sociales más necesitadas”.
Chaves le replicó que ambos asuntos se tratarán, con
responsables militares, en el Grupo de Trabajo que empezará
a reunirse en septiembre.
La ue y marruecos
La prórroga improvisada, que le ocupó dos minutos en un foro
“importante en el que había que estar por obligación y
responsabilidad, según destacó después, le sirvió a Márquez
para introducir tres temas de calado para Ceuta que si no
hubiera sido por el contexto que dio Chaves en su primer uso
de la palabra hubieran sonado extemporáneos.
El consejero aprovechó el compromiso del ministro de
revitalizar la Conferencia para Asuntos Relacionados con las
Comunidades Autónomas (CARCE, que se reúne el próximo
jueves) para reclamar “como único territorio de la UE
frontera terrestre con un tercer país de un tránsito
comercial normalizado” que el Estado, siquiera a través de
Bruselas, siga insistiendo en la necesidad de una aduana
comercial “que regularice y normalice la frontera de Ceuta”.
Además, adelantó que el 2 de julio la ciudad planteará que
la ciudad debe tener “un tratamiento similar al de región
ultraperiférica que no la excluya de posiciones ventajosas”
de cara a la negociación del nuevo periodo de programación y
reparto de fondos europeos.
Para terminar, Márquez recordó a Chaves que a pesar de que
el Gobierno dice querer presencia autonómica en sus
Reuniones de Alto Nivel (RAN) con los países vecinos “a
Ceuta se la viene excluyendo sistemáticamente” y le instó a
explorar “fórmulas alternativas” al objeto de que “no se nos
excluya de nuestra participación institucional en este tipo
de cumbres”.
El vicepresidente no entró al primer ni el último trapo, una
vieja promesa de Zapatero, pero sí al de la aduana:
“Trabajamos en ese objetivo, pero no depende sólo de
nosotros, y todos sabemos que ahí está la dificultad”,
reconoció también.
El cierre, un párrafo largo, 143 palabras, fue, como el
lunes en la Asamblea, una mano tendida al ministro y a su
Gobierno: “Tiene en nosotros a un leal colaborador si quiere
implicarse con nuestra Ciudad en la resolución de nuestros
problemas y le garantizo que, si así lo hace, con altura de
miras y ausencia de otro interés que no sea el beneficio de
los ciudadanos de nuestra tierra, que su esfuerzo será
justamente apreciado”.
“Estoy seguro de que compartimos ese objetivo y por eso le
emplazo a que a partir de mañana nos convoque al objeto de
ponernos manos a la obra en esa apasionante tarea”, concluyó
antes de desear al ex presidente andaluz “la mejor de las
venturas en sus responsabilidades”
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