¿Y por qué la yegua cabalgó ayer
de aquella manera..? Lagarto, lagarto, bicho que como saben
es un reptil y no un mamífero. Aunque a mí los animalillos
me gustan todos, cada cual tiene su papel incluso hasta la
presuntuosa especie bípeda esa que se las da de “sapiens”.
Dime de qué presumes y te diré de que careces y a los hechos
me remito. Y luego hablan de la otra fauna… El gato se va (¡míau,
marramiau…!) y los ratones contentos, a bailar y a por el
queso… Ceuta y Melilla, que Alláh os pille confesadas
Mientras, en Marruecos y en las hispanas fronteras de las
dos ciudades hermanas los tractores del PAM arando, arando…
Ayer y desde primeras horas de la mañana cambiaba francas
impresiones con un avezado periodista, de un medio nacional,
sobre el sentido de las dos últimas columnas de este
escribano. Coincidimos en lo expuesto, interrogándonos
también en las causas: si al parecer no hay presiones
marroquíes, ¿a qué se deben ciertas reestructuraciones…? Sé
las explicaciones oficiales que le han dado (incluso el
hombre, un gran profesional, mandó un correo a Mansouri, sí
hombre el chico de la DGED ese al que le falta un hervor,
para ver su opinión), algo hay que decir, pero a mi no me
convencen y por lo que pude colegir al colega tampoco: dos y
dos son cuatro. El gato se va (¡míau, marramiau…!) y los
ratones contentos, a bailar y a por el queso… Ceuta y
Melilla, que Alláh os pille confesadas. Mientras, en
Marruecos y en las hispanas fronteras de las dos ciudades
hermanas los tractores del PAM arando, arando..
También estos días precisamente, hubiera sido un excelente
momento mediático para hacer determinadas preguntas a cierto
petulante personaje muy en el candelero y que, según me han
confiado, pasará el verano haciendo las maletas. Incha´alláh.
Y digo: ¿se llevará también las cornamentas? Ya lo dijo
Zapatero, ¿no?: hay que confiar en la gente… mientras esté
en el cargo. Me ha gustado la frase. Lorenzo aprieta y el
Rif (la Yebala menos) parece un secarral propenso al
incendio (forestal, naturalmente). Claro que desde España ni
veremos la columna de humo ni oleremos la madera quemada.
Hasta que nos lo cuenten y de aquella manera. El gato se va
(¡míau, marramiau…!) y los ratones contentos, a bailar y a
por el queso… Ceuta y Melilla, que Alláh os pille
confesadas. Mientras, en Marruecos y en las hispanas
fronteras de las dos ciudades hermanas los tractores del PAM
arando, arando…
Ayer por cierto la bandera roja y gualda ondeará, airosa
siempre pese a las vergüenzas de sus hijos, en la Residencia
del Cónsul General de España en Tetuán celebrando la
onomástica del Rey de España. Este año el destino, tan
imprevisible como el carácter de nuestros amables vecinos,
no quiso que estuviera presente escuchando emocionado, a pie
firme en los cuidados jardines, el Himno de España.
Escribiendo estas líneas, casi en consonancia con el acto,
mis sentimientos vuelan por un triple motivo a la Residencia
Oficial del Cónsul Jiménez-Ugarte. Ignoro si llegará mi
mensaje, de frente y por derecho: las instituciones pasan
pero el espíritu de Talar, aun borrado cumpliendo órdenes de
la falda de la montaña, sigue vivo. Visto.
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