Javier Ruiz es desde hace dos años el responsable del
waterpolo femenino del CN Caballa. El técnico ceutí valora
la actuación del equipo cadete en el Campeonato de España
por clubes donde el Caballa fue sexto. “No esperábamos
acabar en esta posición ni ganar dos partidos; nuestro
objetivo era eludir el último puesto, pero dando guerra en
todos los partidos. Los triunfos ante el Zaragoza y el
Cuatro Caminos fueron inesperados”, admite.
El Caballa afrontó la cita de Alcorcón con un equipo muy
joven en el que siete de las catorce jugadoras no son de la
categoría cadete. “Afrontamos la competición con dos
infantiles, que son titulares y cinco alevines (niñas de 10
y 11 años). Estamos muy contentos porque todas han
respondido y no tenemos ninguna queja de su rendimiento y
comportamiento”.
Ruiz se queda con la progresión de las waterpolistas ceutíes
en las dos últimas temporadas. “En el deporte el trabajo es
fundamental y después de dos años poco a poco se van viendo
los frutos. Hay materia prima y ganas de entrenar porque
este deporte requiere muchas horas de entrenamiento,
natación, ejercicios con balón, la estrategia... Todas están
demostrando que el waterpolo les gusta y quieren mejorar su
juego”.
Lorena, un referente
Lorena Miranda es el espejo donde mirarse porque con 18 años
juega en División de Honor y está preseleccionada para el
Campeonato del Mundo de Roma. “Cuando me hice cargo de las
chicas Lorena estaba a punto de marcharse al Dos Hermanas.
Su progresión ha sido fulgurante, pero estoy convencido de
que no será la única en llegar a la elite. Algunos clubes ya
han preguntado por varias jugadoras, pero nuestra idea es
que sigan en el Caballa porque queremos luchar por el
ascenso la próxima temporada, salvo que les ofrezcan algo
muy bueno y Miguel Ángel Ríos estudiaría los casos con los
padres de las jugadoras”.
Javier Ruiz destaca que “cuando jugamos en la Península
todos los clubes nos felicitan por el trabajo que estamos
haciendo con la cantera; esto te llena de satisfacción”.
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