La escritora estadounidense Jean M. Auel, que ha vendido 50
millones de ejemplares con su saga ‘Los hijos de la Tierra’,
pasó ayer el día en Ceuta, en la cueva y el abrigo de Benzú,
documentándose y fijando en su memoria los posibles
escenarios para el séptimo y último volumen, y tuvo la
deferencia de adelantar que “varios de los protagonistas van
a pasar una buena temporada aquí, después de todo este fue
un entorno importante entonces”, en la Época Prehistórica.
“Very tired –muy cansada–”, fue lo primero que destacó Jean
M. Auel al llegar a la Basílica Tardorromana tras visitar la
Cueva y el Abrigo de Benzú con una nutrida comitiva. “Tengo
73 años y mis rodillas no son las que eran”, advirtió antes
de entrar en materia: lo que va a ser su séptimo volumen de
una de las sagas más exitosas de la literatura, Los hijos de
la Tierra –el sexto volumen está ya entregado y se publicará
en 2010– y que estará ambientado en buena parte en el sur de
España.
¿En Ceuta? “Varios de los protagonistas van a pasar una
buena temporada aquí, después de todo este fue un entorno
importante entonces”, reveló Auel, quien también anunció que
la saga concluirá en el sur de Francia.
De lo que se ha encontrado en Benzú, le puso el calificativo
de “increíble”, en cuanto a que a lo largo de los siglos
“los sedimentos se han solidificado en la piedra, a modo de
sílex”.
“La gente vivió allí hace tanto tiempo que sus restos
permanecen incrustados en piedra”, manifestó sorprendida la
escritora, quien calificó su visita como “muy especial”.
“Ayer avistábamos este lado desde Gibraltar y hoy miramos a
Gibraltar desde el otro lado”, comentó, “el espacio es tan
pequeño”, añadió realizando un gesto con las manos para
subrayar sus palabras.
Junto a ella está sentado su amigo Lawrence Guy Straus, a
través de quien llegó a sus oídos el yacimiento arqueológico
de Benzú: “Él ya me había traído antes a España, sabía que
la zona de Gibraltar fue uno de los últimos refugios de
neanderthales y veo que existe el debate sobre lo que hubo
aquí. Fue Lawrence quien me habló de Ceuta, yo no tenía ni
idea de que existían 30 kilómetros cuadrados de España en el
norte de África. Me parece muy interesante esa cercanía
entre ambos lados del Estrecho”.
Antes de llegar a Ceuta, se pasó por el norte de España para
contemplar en Altamira (Cantabria) la que está considerada
como la Capilla Sixtina del arte rupestre; y con
anterioridad, la cueva de Ardales (Málaga), “¡de muy difícil
acceso!” , exclama. “Cada uno tiene un tipo de interés
distinto, hay algunos que son cuevas preciosas, otros cuyas
pinturas son increíbles”, opina Auel, “son muchos lugares
maravillosos y fueron construidos hace muchísimo tiempo por
estos primeros humanos modernos”.
A la escritora nacida en Chicago, le “encanta” la idea de
que hubo un tiempo en la Prehistoria europea en la que había
humanos modernos “como tù y como yo que vivieron junto a los
neanderthales al menos durante 10.000 años”.
“¿Quién sabe cuando llegaron unos y desaparecieron los
otros?”, acepta, ya que para ella la idea de ver a dos tipos
de humanos distintos convivir en la misma zona es
“fascinante para escribir sobre ello”.
De hecho, afirma que “cuando descubrí esto por primera vez
me llamó muchísimo la atención”, y se cuestiona qué nos
preguntaríamos los homo sapiens sapiens “si ahora mismo
tuvieras otro tipo de humano a tu lado; ¿cómo te
sentirías?”.
“Me resultó increíblemente divertido pensar en todo este
tipo de historias”, concluye Auel, cuya obra ha sido
calificada como “un pequeño milagro” por describir
detalladamente una sociedad de la Edad de Hielo, incluyendo
la interacción con el medio ambiente, las relaciones
humanas, los ritos religiosos y el comercio.
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