La magistrada del Juzgado de lo Penal número uno condenó
ayer a un sujeto al pago de 1.620 euros al responder, de
conformidad, por un delito de falsedad en documento oficial.
El acusado rellenó un talonario de recetas sin el
consentimiento de su médico y confesó que las pastillas de
Tranquimacín era para consumo propio y no para la venta a
terceros.
Los hechos denunciados tuvieron lugar en un centro de salud
particular de la ciudad autónoma. Al parecer, el médico que
atendía al acusado le proporcionó a este un talonario de
recetas de la mutua Muface. Y, al parecer, el imputado
rellenó dicho documento sin el consentimiento del doctor,
haciéndolo de manera indebida. Más tarde, el procesado
reconoció que las pastillas de Tranquimacín que había
comprado con dichas recetas eran para su consumo propio y no
para donarlas o venderlas a terceras.
Aceptando de conformidad estos hechos, el acusado deberá
hacer frente al pago de 1.620 euros de multa al responder
por un delito de falsedad en documento oficial, recogido en
el artículo 392 del Código Penal el cual castiga al
particular que “cometiere en documento público, oficial o
mercantil, alguna falsedad: alterando un documento en alguno
de sus elementos o requisitos de carácter esencial,
simulando un documento en todo o en parte, de manera que
induzca a error sobre su autenticidad; o suponiendo en un
acto la intervención de personas que no la han tenido, o
atribuyendo a las que han intervenido en él declaraciones o
manifestaciones diferentes de las que hubieran hecho”.
Aunque la pena inicial que pedía la fiscal era de 6 meses de
prisión, estos fueron sustituidos por 12 meses de multa a 2
euros diarios, lo que suponía el montante de 1.080 euros;
más una multa de 540 euros.
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