Aunque con una semana de retraso ya que el día de su
onomástica no lo pudieron festejar, los ceutíes que
configuran la Casa de Ceuta en Cádiz, no quisieron dejar
pasar la festividad de San Antonio de Padua, fiesta local de
su ciudad natal, la cual se celebra desde tiempo inmemorial
con una romería en la ubicación de su ermita en el Monte
Hacho.
Precisamente esta Ermita, que data del tiempo portugués,
viene desde aquella época acogiendo los festejos y la
tradición popular del pueblo ceutí.
Así pues el sábado pasado día 20 un nutrido grupo de socios
de esta casa regional, se congregó para comenzar la mañana
del festejo en un lugar de Chiclana de la Frontera, ya que
en Cádiz como es conocido carece de zonas campestres.
Para ello este amplio grupo se desplazó hasta el sitio
elegido este año, donde sus integrantes expusieron, en un
lugar preferente, un antiquísimo lienzo pintado del santo
para así venerar y ensalzar al santo portugués.
La jornada discurrió de lo más distendida, donde cada uno de
ellos, llevaron aperitivos y bebidas para pasar el día y de
esta manera como en todas las ocasiones, seguir aunando a
los socios al tiempo de continuar saboreando esas esencias
ceutíes como son continuar con las tradiciones de sus
fiestas más populares.
A la caída de la tarde y ante la posible aparición de
insectos molestos, dieron por terminada la celebración,
emplazándose para otra nueva celebración hoy martes en “La
noche de San Juan” ya en Cádiz y en la playa de la
Cortadura, donde mojaran sus pies procediendo a pronunciar
el conjuro y pedir los sus deseos.
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