El vicepresidente Tercero del Gobierno central, Manuel
Chaves, y el máximo responsable del Ejecutivo autonómico,
Juan Vivas, dejaron ayer virtualmente cerrado en el despacho
del segundo, donde se reunieron por espacio de casi noventa
minutos, el acuerdo que permitirá a la Ciudad Autónoma
sumarse al nuevo sistema de financiación autonómica que debe
entrar en vigor antes del 15 de julio con un incremento
anual de lo que Ceuta percibía hasta ahora de unos 12
millones de euros.
El Gobierno que preside Juan Vivas trabaja desde ayer en los
pespuntes del plan económico-financiero que proyecta poner
en marcha para seguir alimentando la maquinaria de la
inversión pública con la certeza de que este mismo año
tendrá doce o trece millones más de los que presupuestó en
su capítulo de ingresos en diciembre pasado.
Aunque ninguno de los dos quiso ponerle cifras a su acuerdo
ni decir siquiera que ya está cerrado, trámite que se
cumplimentará la próxima semana o, a lo sumo, la otra,
mediante otro encuentro bilateral, presumiblemente de
segundos espadas, esta vez en Madrid, todos los asistentes a
la comparecencia ante los medios que siguió a la reunión que
Vivas y Chaves mantuvieron por espacio de una hora y media
en el despacho del primero se llevaron la misma impresión:
millón arriba o abajo, el acuerdo, que “en el mejor de los
casos” llegará a quince, está hecho.
“Plena coincidencia”, dijo el presidente ceutí ante las
cámaras. “Ni más ni menos de lo que esperábamos”, se
ratificó en los corrillos que siguieron a la rueda de
prensa. La “atención especial” que Chaves dijo ayer en
nombre del Ejecutivo de Zapatero querer darle a Ceuta por
sus “peculiaridades” se concretó ayer en una mejora
equivalente a un tercio de la oferta inicial de la
Administración estatal, de nueve millones de euros.
Esos doce-trece-catorce millones extra, sumados a los 40
que, redondeando, venía percibiendo la Ciudad con el sistema
vigente, dejarán en las arcas de la Administración local
este año algo más de cincuenta millones procedentes de la
financiación autonómica, algo menos del 15% de su
Presupuesto total.
“Que no haya déficit”
Ese será el resultado de un año de conversaciones asentadas,
según recordaron ayer una y otra parte, en un mismo
principio político: “Renovar el sistema es oportuno para
seguir profundizando en la igualdad entre todos los
españoles y en ese objetivo irrenunciable de lograr que el
nivel de vida y de los servicios fundamentales que se
prestan en todos los rincones de España sean convergentes”,
dijo el presidente de la Ciudad.
Minutos después, Chaves sumó otra aspiración ineludible para
completar el camino recorrido: “Debemos lograr que los
servicios transferidos no generen déficit a las
Administraciones autonómicas, y el actual sistema lo hace”,
reconoció el ministro de Política Territorial, que no ahorró
elogios a un interlocutor, la Ciudad Autónoma, que no ha
utilizado nunca este asunto para ganar terreno partidista.
El ex presidente de la Junta tildó de “razonable” las
peticiones de Ceuta, que hace un año se elevaban por encima
de los 30 millones anuales de ganancia y que ayer Vivas,
números aparte, redujo a “dos parámetros”: 1) que se
considere el “déficit que genera la prestación de servicios
transferidos, en gran medida debido a la población flotante
procedente de Marruecos que no computa estadísticamente pero
que sí los demanda” y 2) que se tengan en cuenta al hacer el
sumatorio definitivo “los condicionamientos estructurales,
geográficos y sociales que suponen un esfuerzo adicional y
permanente para equipararnos al resto de los españoles”.
Fue, en cualquier caso, más una declaración de principios
que una reivindicación, pues acto seguido Vivas tendió su
mano y asumió que como la crisis exige ser “responsables y
solidarios” a Ceuta no le dolerán prendas para comportarse
así: “El límite de nuestra satisfacción está en una cifra
que pueda impactar de manera sensible en la prestación de
servicios en la ciudad”, terminó el presidente sobre el
asunto antes de adelantar que los números definitivos se
darán a conocer “tras las reuniones bilaterales que habrá
que mantener antes de la convocatoria definitiva del Consejo
de Política Fiscal y Financiera (CPPF)”.
“Sólo habrá una propuesta”
Tras Vivas, Chaves tomó el uso de la palabra para confesarse
“honrado” por los elogios que minutos antes le había
dirigido el presidente ceutí y para coincidir con este en
calificar de “densa, cordial, positiva y enmarcada en el
necesario tono de lealtad institucional” su encuentro previo
con el presidente. “Estamos aquí para resolver problemas y
para que la relación entre las Administraciones autonómicas
y el propio Estado sea lo más ágil y eficaz posible en
beneficio del bienestar y calidad de vida de los
ciudadanos”, contextualizó su presencia en Ceuta, a la que
invitó a mantener un vínculo de “cooperación global e
integral” con el Gobierno central.
En ese sentido, el político ceutí (“hago ostentación de esta
ciudad a la que me siento directamente vinculado allá donde
voy”, destacó a modo de prólogo) quiso situar el de la
negociación de la financiación autonómica como un tema más a
tratar en el contexto de una relación más amplia que tendrá
presentes las “particularidades” de Ceuta para darles “una
atención especial”.
“Somos receptivos a la situación de una ciudad española tan
singular a la que ofrecemos máxima colaboración y
cooperación”, señaló yendo de lo general a lo concreto para
terminar diciendo que no había encontrado la posición de la
Ciudad “ni poco razonable ni irrealizable”. “Mi posición es
favorable a atenderla”, remató.
Un ejemplo de ello fue su enumeración de criterios para
cerrar la propuesta que perfila el Gobierno socialista: “La
población es el elemento fundamental a ponderar en el nuevo
sistema, pero también hay que tener en cuenta que hay
comunidades en las que ha disminuido, otras que padecen de
forma más sensible su envejecimiento, otras que la tienen
muy joven, otras que son insulares...”.
“Hay que atender todas las singularidades para que de esa
posición salga una única propuesta firme que nadie podrá
vetar, aunque sí descolgarse de ella”, abrió la puerta sin
explicitar que fue lo que él hizo en 1996 con Andalucía y la
propuesta formulada por Aznar. “La proyección mediática de
algunos contactos bilaterales”, completó su alusión a
Cataluña y Andalucía, “es mayor, pero eso no significa que
las dificultades para llegar a un acuerdo en ellos también
lo sea”.
“El mayor problema, entendiendo este término en sentido
positivo”, completó sobre el estado de las conversaciones,
“es que todas las comunidades intereses legítimos o que
ellas consideran como tales que hay que integrar en una sola
propuesta y en un solo sistema, que es lo que habrá, los
intereses y las necesidades de todas las partes”.
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