Melilla se concentró ayer para mostrar su repulsa por el
último atentado de la banda terrorista ETA que quitó la vida
al inspector de la Policía Nacional, Eduardo Puelles. El
Gobierno de la Ciudad, al completo, así como miembros de
PSOE y CPM, además del delegado del Gobierno, reafirmaron,
así “la voluntad democrática” de los españoles.
Melilla salió ayer a la calle para manifestar su repulsa y
condena ante el último atentado perpetrado por la banda
terrorista ETA en Agorriaga (Vizcaya), una acción violenta
que costó la vida al inspector de la Policía Nacional,
Eduardo Puelles García.
A pesar de que estas concentraciones son ya habituales cada
vez que ETA comete un atentado, el presidente de la Ciudad,
Juan José Imbroda, dejó claro que la sociedad "nunca llegar
a acostumbrarse a estas canalladas y a estas muertes
inútiles de ETA".
Para el jefe del Ejecutivo local, la banda terrorista se
nutre de "asesinos cobardes, canallas y estúpidos" que
"matan por matar, como alimañanas, porque no vale para
nada". De hecho, "el pueblo ya ha dictado su lección de
Democracia al votar y nombrar a sus dirigentes, enseñando el
camino de la paz, la libertad y la Democracia", por lo que
"cuatro locos matando impune y cobardemente a funcionarios
españoles, no van a ir a ningún lado". Del mismo modo,
Imbroda manifestó su deseo de que los asesinos de Puelles
"se pudran muy pronto en la cárcel junto al resto de sus
compañeros", toda vez que las cárceles españolas "están bien
nutridas de canallas y asesinos de ETA". "La sociedad
española y vasca tienen que eliminar a toda esta alimañas",
aseveró. Por todo ello, la primera autoridad melillense
mostró su "solidaridad y dolor" a la familia de la última
víctima de ETA.
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