La respuesta de los movimientos sociales en estos años creo
que puede ser considerada espectacular. Han sido
numerosísimas y continuadas las manifestaciones de repulsa
ante hechos y leyes que han querido imponerse sectariamente.
Movimientos muchos de los cuales no solamente protestan sino
que ofrecen soluciones y servicios para sus
reivindicaciones.
Para la rápida difusión y convocatoria de estos movimientos
sociales ha sido determinante la agilidad de una poderosa,
no sabemos cuanto, herramienta como es Internet. Ante el
control ideológico y económico de la mayoría de los medios
de comunicación tradicionales, ha surgido con fuerza este
recurso rápido, sencillo y económico que ha servido para
vertebrar a estos movimientos, y que por ser muy utilizado
por los jóvenes se le supone un importante futuro.
Sin olvidar los pocos medios de difusión tradicionales que
defienden los principios y valores que yo sustento, pienso
seguir atendiendo y ayudando, en la medida de lo posible,
todas las iniciativas que vayan surgiendo en defensa de la
vida. Es una forma de participación de trascendencia
progresiva y al alcance de cualquiera.
Por citar algunos de estos movimientos sociales que conozco,
recordaré como pioneros a los grupos “Provida” que surgieron
en nuestra geografía hace ya años, con muy pocos medios, de
forma muy voluntariosa.
La aparición del Foro Español de la Familia con mayor
consistencia organizativa, creo que ha sido decisiva en el
despegue de la defensa de la familia, y a su importante
iniciativa “Red Madre” auguro un gran futuro. La plataforma
cívica “Hazte Oir” y su campaña “Derecho a Vivir” que en su
convocatoria reciente “Marcha por la vida” (29.03.09) ha
conseguido que se sumaran más de cien organizaciones.
“Esperanza y Vida” “Fundación Vida”, “AVA”…. y así
innumerables plataformas. No debemos desconocer la
recientemente creada “Acción Mundial de Parlamentarios por
la Vida y la Familia”, de transversalidad ideológica, que
acaba de tener su II Encuentro.
No quiero dejar de mencionar el esfuerzo heroico del
movimiento de objetores a la asignatura Educación para la
Ciudadanía, un intento de perpetuar una antropología que no
es del deseo de la mayoría de los padres de este país. Las
más de setecientas plataformas y los cientos de miles de
padres objetores han abierto, no sin dificultades, un camino
a seguir para evitar atropellos similares desde el poder.
Pienso que merecen un especial reconocimiento.
Finalmente, creo que además de intentar conocer todo lo que
hasta el momento existe, debo estar atento a cuantas
iniciativas vayan surgiendo para apoyarlas y colaborar en la
medida de mis posibilidades. Sería esta una buena actuación
en el escenario público como católico que defiende la vida
del ser humano desde su concepción hasta su muerte natural.
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